Cartas
www.cubaencuentro.com Viernes, 18 de julio de 2003 www.cubaencuentro.com

Encuentro en la Red agradece los comentarios, inquietudes y críticas de sus lectores. Las cartas no deberán exceder las 200 palabras e incluirán el nombre y la ciudad del remitente. La redacción se reserva el derecho de editar o resumir los textos.

Hoy es día de duelo para todos los cubanos. Sin Celia Cruz nuestra música queda huérfana. Se fue su más carismática figura: diva portadora de dulce simpatía, embajadora de Cuba sin barbas ni pistolas.

La vi en Hamburgo hace dos años: rumbera, voz del caribe, fuente inagotable de energía con sus altísimos tacones afilados y su risa de azúcar, resplandeciente.

Le declaro mi agradecimiento infinito.

Julián D. Jiménez,
Colonia.

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Me siento una mujer progresista y de izquierdas. Tengo 48 años.

Me he emocionado intensamente, algunas veces he hasta llorado, cuando las letras y músicas de Silvio Rodríguez y Pablo Milanes sonaban entre nosotros. He crecido con ellas. Son parte de mi historia política y hasta afectiva.

Hace poco cumplí con un hermoso y viejo sueño: viví seis años en Cuba (1995-2001).

En ese tiempo la Asamblea Nacional del Poder Popular se reunió varias veces. En una de esas sesiones se ratificó la pena de muerte. El voto de todos los miembros de la Asamblea Nacional, excepto uno, fue a favor de tal condena. Ese voto no fue el de Silvio Rodríguez, que también es miembro de la Asamblea Nacional. Fue el de un diputado que a esa condición le suma la de ser pastor evangelista. Y el Comandante en Jefe, Fidel Castro, al final de la sesión o en el transcurso de ella —no recuerdo exactamente— alabó ante esa misma Asamblea la "valentía" de este hombre de haber permanecido fiel a sus creencias.

En el programa 30 minuts, que la televisión catalana dedicó recientemente a Cuba, Silvio Rodríguez se manifestó contrario a la pena de muerte.

Fue en la Asamblea Nacional del Poder Popular donde debió haberlo manifestado y defendido —como lo hizo el pastor— para que ahora pudiera, pudiéramos creerle.

Y no lo hizo. Él lo sabe.

No puedo entender que en el manifiesto que firmó junto a otros intelectuales y artistas afirme que los "amigos que están lejos" están "desinformados". ¿De verdad creen que ahora Galeano, Saramago, Serrat, Sabina, Almodóvar, Imanol Arias, Rosa Regás, Vázquez Montalbán, Chomsky, intelectuales, artistas que han ido caminando en paralelo con la revolución cubana, algunas veces hasta de la mano, y seguro que siempre con su corazón, ahora, justamente ahora, están "desinformados" y además han decidido aceptar la manipulación? No, decididamente no.

Silvio Rodríguez, con esa declaración ante las cámaras, sí está desinformando. Debería haber reconocido que votó a favor de la pena de muerte.

Contra la pena de muerte siempre y en cualquier lugar.

Y después, con la vida, el derecho a pensar y discrepar. ¿Cómo entender a Raúl Rivero, cubano hasta el alma, poeta, escritor, hacedor de reflexiones, 20 años muerto en vida sólo por ejercer de todo eso? ¿Cómo entenderlo?

Y a Cuba, o mejor a sus dirigentes, a los que han sido tanto tiempo el imaginario, nuestro imaginario de "un mundo mejor es posible" les pido, les exijo lo que no puedo esperar de la derecha imperante, imperialista, "abusadora", arrolladora: el respeto a la vida.

Cumplí el sueño de vivir en Cuba. Y el sueño se hizo realidad. Dura realidad.

De todos modos, un mundo mejor es posible y el sueño continúa o al menos debería ser así, aunque éstos son malos tiempos para la utopía. Los "héroes" y su "revolución" ya no pueden ser el imaginario.

Luna,
Cataluña.

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Con alegría, gratitud y sorpresa he leído la entrevista a Liduine Zumpolle, de Pax Christi Holanda. Conozco personalmente a la señora Zumpolle, y he tenido contacto con Pax Christi y conozco el buen trabajo que han hecho por Cuba y por los que no tienen voz dentro de esa isla (que son el 99% de todos sus habitantes). Esta amiga y luchadora por los derechos de los cubanos, colombianos y latinos en general, ha realizado una tarea titánica y muchas veces hasta poco comprendida por los beneficiados y mucho menos comprendida por sus adversarios, que la han tildado de todo lo malo y le han puesto muchas zancadillas en su andar de vencedora. El día que Cuba sea libre tenemos que hacerle un gran homenaje a esta madrina, y el día que Colombia conozca una verdadera paz también lo tendrá que hacer.

Soy ciudadano cubanoholandés, y vivo agradecido de la señora Zumpolle y Pax Christi. Su casa siempre ha sido refugio de muchos cubanos que han necesitado de apoyo y solidaridad. Su familia es maravillosa y siempre han abierto las puertas y han tendido la mano amiga. Por toda esa bondad es que Dios los bendice y el "diablo" los desprecia.

Saludos,
Roberto

Referencias
La lucidez convidada
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Cuando leí el Diario de la Cárcel, todos mis recuerdos volvieron de golpe. Soy hija de ex-presos políticos españoles. Mi padre cumplió 19 años de cárcel y mi madre 12. Mis padres se casaron una vez en libertad condicional y vigilada. Nacimos de este enlace 4 niñas. En diciembre del 62 entró la policía político-social en casa. ¿Qué quiere ésta gente? Se lo llevaron todo y nos detuvieron a las 4 hermanas. Teníamos 4, 6, 8 y 9 años respectivamente. Estuvimos detenidas durante 24 horas, en la comisaría central vimos a nuestros padres también detenidos, oímos los gritos de hombres torturados. Mi padre fue condenado a 20 años de privación de libertad. Se lo llevaron primero a Madrid y luego al penal de Burgos. Mi madre para poder seguir los juicios en la capital y denunciar la detención tuvo que dejar a sus niñas a cargo de otros familiares. Recibió amenazas, por parte de la policía político-social, de internar a las niñas en un centro de la falange si seguía con sus denuncias. Durante 9 largos años, hasta el indulto, sólo veía a mi padre por Navidad, entre las rejas del locutorio del penal de Burgos. He leído el libro Sin pan y sin palabra, de Raúl Rivero. He leído el acta fiscal y no tengo palabras, sólo un deseo, transmitan mi apoyo solidario y humano a los presos políticos cubanos, a sus esposas, sus mamás, sus niños. Su dolor es mío, sus temores son míos, sus sufrimientos son míos, sus esperanzas también son mías.

Yo también me quedo aquí.

Una víctima de la dictadura de Franco.

Rosa Ramírez Brugalada
Barcelona, España

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Acabo de descubrir esta página, adoro la cultura cubana y pienso visitarlos con frecuencia. Les agradezco el servicio. Aunque noto un tono de resquemor contra la maravillosa isla de Cuba, que visité el año pasado. Conocí un país muy limpio, con mucha seguridad para poder pasear por las calles sin peligros de asalto. Sobre todo me impresionó el nivel cultural de los jóvenes, que platican de diversos temas. Tienen una religión de origen africano muy interesante. Y los niveles de salud son una excepción comparado con América Latina. Pienso volver para fin de año. Allí dejé muchos amigos. Los seguiré leyendo a ustedes para documentarme. Los felicito por tener un país único y diferente. Ando buscando algunas recetas exquisitas de comida cubana.

Lonila Payrol,
Argentina

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Les envío mi saludo, ya que los he estado leyendo. Los artículos de música de Joaquín Ordoqui me parecen valiosos y con rigor de investigación. La música cubana es lo que más me interesa, tanto la culta como la popular. Admiro a los músicos de adentro y de afuera. Me cuesta trabajo entender la politización excesiva y la hostilidad contra algunos músicos por el hecho de que residan en un lugar u otro. Cuando las aves vuelan tienen el derecho de elegir donde posarse. Asistí en Estados Unidos a una presentación de Juan Formell y los Van Van, un conjunto que me parece "fuera de serie". Para mi asombro, en la puerta del teatro unos cubanoamericanos estaban amenazando a los que entrábamos al concierto. En televisión, escuché a Willy Chirino decir que venían a poner la "herida en la llaga". A mí me pareció temor a la confrontación de la calidad musical. Y un ventajismo, porque él llegó antes. Pienso que Encuentro podría evitar esas tristes posiciones. Lo peor es en los actos del Grammy Latino, la oposición a que asistan artistas cubanos porque residan y desean residir en el lugar de donde son. Lo hemos hablado entre amigos aquí y no podemos entenderlos.

Ernesto Márquez,
Cartagena, Colombia

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Artículos como Las razones de la sinrazón son los que hacen a Encuentro en la Red un "arma de cuidar" por el régimen de Castro. Digo "de cuidar", pues sólo explica a los lectores las últimas maniobras de Castro y las posibles acciones que él pudiera tomar para mantenerse en el poder hasta su muerte. Diría "arma de temer", si alguien del calibre del autor pudiera articular alguna estrategia que dé una esperanza para solucionar el problema cubano, sin tener que esperar a la muerte del tirano. Este artículo me llenó de desesperanza. Y es este sentimiento el que me motiva a escribirles. De todas maneras, gracias por la tristeza.

Arcadio Ruiz-Castellano

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En cada artículo de opinión que publica Encuentro en la Red, en especial bajo la firma de Rafael Rojas, las acusaciones a la "derecha" del exilio cubano parecen más agresivas que las dirigidas a la dictadura de Castro, quien es a fin de cuentas el enemigo común de todos los cubanos.

Quisiera aclararle unas cuantas cosas al periodista Rojas:

¿Quién le ha dado el derecho a usted o a ningún otro literato a decidir si el exilio cubano debe estar ubicado en la derecha o la izquierda? No se le olvide donde están ubicados Castro, Chávez y los otros comunistas del mundo. ¿Quién le dio a usted la autoridad para decidir el punto de vista del exilio (la vieja guardia)? La vieja guardia de la dignidad que ya estaba luchando por la libertad de Cuba mientras algunos otros todavía respaldaban al tirano.

Algunos parecen muy enojados por el encarcelamiento de los disidentes y el fusilamiento de los jóvenes secuestradores de la lancha de Casablanca, parece que se olvidan que Fidel Castro ha fusilado y encarcelado a miles de cubanos desde el comienzo de la Revolución, con el respaldo de muchos que hoy pretenden marcar pauta a seguir por la diáspora.

Con respecto a los congresistas cubanoamericanos, no se olvide el señor Rojas por un momento que ellos son los únicos cubanos elegidos por sus compatriotas (cientos de miles, la mayoría del exilio) por los últimos cincuenta años.

¿Y a ustedes quién los eligió para dirigir la lucha por la libertad de Cuba?

Ángel Cofiño,
California

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Parece que hay mucha animación últimamente entre los lectores discrepantes de Encuentro en la Red. Seguro que cada vez son más las vías por las que gente diferente se entera de su existencia. Muy bueno el extensísimo editorial Financiación, totalitarismo y democracia  (20 junio 2003). Muy adecuado para los lectores dentro de la Isla y muy reducido en extensión al compararlo con las "Mesas" a que están expuestos indiscriminadamente y donde se denigra a Encuentro, sin tomarse la molestia de entablar una verdadera y pública polémica con quienes le dan forma. El único argumento que podría "desarmar" de modo fundamental a la revista y al diario sería que en Cuba se pudiera dar vida a un concepto así. Precisamente, debido a la esencia más profunda del actual poder dentro de Cuba, ese es el único que no parece posible que puedan esgrimir esos críticos de Encuentro. Además, en ese caso seguro que ya tendríamos un Encuentro habanero... y con muchas cartas de cubanos viviendo en Cuba.

Leandro Hernández,
México DF

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Con relación al mensaje del señor Ahamed Arceo, donde dice: "Vi los Internet públicos llenos de jóvenes y supe que compraban una tarjeta que les accesaban por tres horas a Intranet. También vi los equipos PC en venta en las tiendas. Y pienso, ¿no será que los que se salieron hace algún tiempo no están enterados de que hay una gran atención a la cibernética allí?". Le explico, los "Internet públicos" se pagan en dólares, o sea, la moneda del enemigo. Los trabajadores cubanos reciben su salario en pesos cubanos (al cambio 1 dólar x 26 pesos cubanos aproximadamente), y un ingeniero recibe un salario de no más de 350 pesos cubanos. Quienes tienen dólares para comprar las tarjetas de Internet es una minoría de la población que en su mayor parte recibe remesas de este exilio que es tan malo y despiadado que no puede dejar de mandar dinero a su familia, aun sabiendo que eso ayuda a la dictadura de la que salimos huyendo. Le sugiero regrese a Cuba y verifique los datos.

Saludos,
Rosy L. Pérez

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