Cartas
www.cubaencuentro.com Jueves, 31 de julio de 2003 www.cubaencuentro.com

Encuentro en la Red agradece los comentarios, inquietudes y críticas de sus lectores. Las cartas no deberán exceder las 200 palabras e incluirán el nombre y la ciudad del remitente. La redacción se reserva el derecho de editar o resumir los textos.

El artículo Rompiendo mitos y estereotipos hace un objetivo análisis —lo que tanto nos falta muchas veces— de la evolución del exilio y las causas reales que lo motivan; quizás el que oiga algunos de los programas que se transmiten por radio en esta ciudad puede pensar que no es así, pero el que vive de ella se da cuenta que hay diversidad de posiciones y que aunque la gran mayoría de los que aquí vivimos deseamos la democratización de Cuba, muchos piensan que los discursos intolerantes son muchas veces más una traba que una ayuda para alcanzar este fin; ahí están los resultados de las encuestas citadas que reflejan que a pesar del deseo de algunos de demeritar a la oposición interna más del 70% apoya el Proyecto Varela, lo que refleja —más allá del apoyo a los postulados del mismo —el reconocimiento de los que día a día dentro de Cuba enfrentan al régimen, sufriendo presiones indecibles y el peligro real de la más terrible prisión.

Muy bien por Marifeli Pérez-Stable, que, como destacada socióloga, hace un análisis real y desapasionado del papel y la evolución del exilio.

Carlos Hernández,
Miami

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El artículo Fascismo no, dictadura tampoco, la más reciente pataleta antinorteamericana de Encuentro en la Red, me ha llevado al convencimiento de que a ustedes el antinorteamericanismo se lo bajan por plan de trabajo. Es como si para hacer cualquier crítica al régimen de Castro, ésta debiera estar convoyada obligatoriamente por otra tanta cantidad de las mismas en contra de Estados Unidos y su gobierno, utilizando, ¿casualmente? —para referirse a esta nación—, los mismos calificativos que suele escuchárseles decir a los comentaristas de la Mesa Redonda Informativa de la Televisión Cubana. Bueno, ya sabemos que en eso del antinorteamericanismo todas las izquierdas se dan la mano. Ese es su verdadero negocio. Pero esta vez se trata casi de un abrazo, por lo que más que oposición a la dictadura de La Habana, Encuentro parece estar haciendo política postcastrista, intentando vender de nuevo el viejo cacharro socialista y antinorteamericano a la futura Cuba, preparando terreno para lo que vendrá. Por mi parte, después de tanto tiempo y tanta tempestad, y de estar escuchando también que "el socialismo no es esto que Fidel tiene aquí, sino otra cosa diferente" (que al parecer ustedes sí saben lo que es), sólo espero que los cubanos hayamos aprendido que de buenos "izquierdosos" está lleno el camino al infierno. ¡Solavaya!

José F.,
Michigan

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Las opiniones sobre el gobierno de Estados Unidos del artículo Fascismo no, dictadura tampoco, son una maravilla: "imperio de EE UU", "resurgimiento del fascismo", "las brutalidades del Imperio, en su fase evidentemente fascista", "barbarie global que propone el sistema dominante" y otras. Para el autor, quien ve el "único acierto" de los castristas castrados en esta declaración, en "señalar el carácter fascista del imperio norteamericano", es lógico argumentar que "tanto la dictadura como el imperio comparten en común la misma lógica de dominación que ha caracterizado y marcado el ritmo de la Historia", o que EE UU "ha orientado su proyecto de dominación hacia el resto del mundo en un proceso de continua expansión a partir de 1945", imperio que "arrasa con los principios irrenunciables de soberanía y autodeterminación" (¿frase de los "intelectuales" o del autor?).

La obligada brevedad de una Carta a la Redacción me impiden argumentar sobre las contribuciones de EE UU a convertir nuestro planeta en un mundo mejor desde 1941 (no 1945), a pesar de incontables desaciertos y desafortunados errores. El fascismo, el comunismo, los talibanes, los genocidas de Yugoslavia, los narcogenerales de Panamá, los "revolucionarios" de Granada, Sadam Husein y otros "revolucionarios antiimperialistas", son hoy historia gracias a EE UU: si algo debemos criticarle es en ocasiones haberse demorado demasiado para intervenir, o en respetar demasiado las normas y obligaciones internacionales frente a delincuentes de pacotilla convertidos en jefes de Estado.

Es paradójico que los criterios del señor Julio Fowler sobre el gobierno de EE UU se parecen demasiado a los de los "intelectuales cubanos" o por quienes les escriben el guión: recuerdan demasiado las declaraciones de Fidel Castro y sus acólitos cercanos sobre el "imperialismo yanki".

Fascismo no, dictadura tampoco, mucho menos opiniones como las del señor Fowler, quien tiene todo su derecho a expresarlas libremente sin temor a represión: rechazar justamente la dictadura castrista no avala automáticamente opiniones sobre EE UU que podrían firmar sin reservas Vladimir Ilich, Mao, Milosevic, Fidel Castro, Hugo Chávez, Muammar el Khadaffi, Kim Jon Il o Tirofijo.

Eugenio Yanez-González,
Miami

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El reciente artículo del Sr. Cuesta Morúa, publicado en la sección de Opinión con el título ¿Por qué no a la izquierda socialdemócrata? trata de justificar por qué no se ejerció represión sobre él y su grupo (Corriente Socialista Democrática Cubana) durante el último golpe del régimen. El texto, largo y enredado, huelga. La respuesta es simple y se puede expresar en pocas palabras.

El Sr. Cuesta Morúa y el grupo que representa ejercen un tipo de disidencia que no crea molestia alguna al régimen. No sólo apoyan el levantamiento del embargo contra Cuba, lo cual es un punto de vista que muchos comparten, sino que el Sr. Cuesta viaja a Estados Unidos y ofrece conferencias donde critica poco al régimen y realiza un gran esfuerzo para ganar adeptos a la lucha contra el embargo. Viaja también a Europa con ese fin. Es, diríamos, el modelo disidente ideal con que sueña la cúpula gobernante. "Atildados, comedidos y obedientes", como expresaba Heberto Padilla en su poema: "Jamás hacer nada que incomode". Esa es la causa por la que no fueron reprimidos y no otra. Disidentes oficiales del régimen.

Saludos,
Ángel Savón

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El artículo ¿Por qué no a la izquierda socialdemócrata? es la mejor pieza de cantinflismo periodístico que ustedes han presentado. Su difícil lectura, debido a su oscuridad literaria, me hace preguntar a qué público va dirigido este lamento político. Demasiadas preguntas con medias respuestas perdidas entre comas que encierran ideas secundarias. Tal parece que el autor estaba hablando a sus camaradas de lucha en una reunión política y no en un foro abierto a todo tipo de lector.

Arcadio Ruiz-Castellano,
Manhattan

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Hoy es día de duelo para todos los cubanos. Sin Celia Cruz nuestra música queda huérfana. Se fue su más carismática figura: diva portadora de dulce simpatía, embajadora de Cuba sin barbas ni pistolas.

La vi en Hamburgo hace dos años: rumbera, voz del caribe, fuente inagotable de energía con sus altísimos tacones afilados y su risa de azúcar, resplandeciente.

Le declaro mi agradecimiento infinito.

Julián D. Jiménez,
Colonia.

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Me siento una mujer progresista y de izquierdas. Tengo 48 años.

Me he emocionado intensamente, algunas veces he hasta llorado, cuando las letras y músicas de Silvio Rodríguez y Pablo Milanes sonaban entre nosotros. He crecido con ellas. Son parte de mi historia política y hasta afectiva.

Hace poco cumplí con un hermoso y viejo sueño: viví seis años en Cuba (1995-2001).

En ese tiempo la Asamblea Nacional del Poder Popular se reunió varias veces. En una de esas sesiones se ratificó la pena de muerte. El voto de todos los miembros de la Asamblea Nacional, excepto uno, fue a favor de tal condena. Ese voto no fue el de Silvio Rodríguez, que también es miembro de la Asamblea Nacional. Fue el de un diputado que a esa condición le suma la de ser pastor evangelista. Y el Comandante en Jefe, Fidel Castro, al final de la sesión o en el transcurso de ella —no recuerdo exactamente— alabó ante esa misma Asamblea la "valentía" de este hombre de haber permanecido fiel a sus creencias.

En el programa 30 minuts, que la televisión catalana dedicó recientemente a Cuba, Silvio Rodríguez se manifestó contrario a la pena de muerte.

Fue en la Asamblea Nacional del Poder Popular donde debió haberlo manifestado y defendido —como lo hizo el pastor— para que ahora pudiera, pudiéramos creerle.

Y no lo hizo. Él lo sabe.

No puedo entender que en el manifiesto que firmó junto a otros intelectuales y artistas afirme que los "amigos que están lejos" están "desinformados". ¿De verdad creen que ahora Galeano, Saramago, Serrat, Sabina, Almodóvar, Imanol Arias, Rosa Regás, Vázquez Montalbán, Chomsky, intelectuales, artistas que han ido caminando en paralelo con la revolución cubana, algunas veces hasta de la mano, y seguro que siempre con su corazón, ahora, justamente ahora, están "desinformados" y además han decidido aceptar la manipulación? No, decididamente no.

Silvio Rodríguez, con esa declaración ante las cámaras, sí está desinformando. Debería haber reconocido que votó a favor de la pena de muerte.

Contra la pena de muerte siempre y en cualquier lugar.

Y después, con la vida, el derecho a pensar y discrepar. ¿Cómo entender a Raúl Rivero, cubano hasta el alma, poeta, escritor, hacedor de reflexiones, 20 años muerto en vida sólo por ejercer de todo eso? ¿Cómo entenderlo?

Y a Cuba, o mejor a sus dirigentes, a los que han sido tanto tiempo el imaginario, nuestro imaginario de "un mundo mejor es posible" les pido, les exijo lo que no puedo esperar de la derecha imperante, imperialista, "abusadora", arrolladora: el respeto a la vida.

Cumplí el sueño de vivir en Cuba. Y el sueño se hizo realidad. Dura realidad.

De todos modos, un mundo mejor es posible y el sueño continúa o al menos debería ser así, aunque éstos son malos tiempos para la utopía. Los "héroes" y su "revolución" ya no pueden ser el imaginario.

Luna,
Cataluña.

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Con alegría, gratitud y sorpresa he leído la entrevista a Liduine Zumpolle, de Pax Christi Holanda. Conozco personalmente a la señora Zumpolle, y he tenido contacto con Pax Christi y conozco el buen trabajo que han hecho por Cuba y por los que no tienen voz dentro de esa isla (que son el 99% de todos sus habitantes). Esta amiga y luchadora por los derechos de los cubanos, colombianos y latinos en general, ha realizado una tarea titánica y muchas veces hasta poco comprendida por los beneficiados y mucho menos comprendida por sus adversarios, que la han tildado de todo lo malo y le han puesto muchas zancadillas en su andar de vencedora. El día que Cuba sea libre tenemos que hacerle un gran homenaje a esta madrina, y el día que Colombia conozca una verdadera paz también lo tendrá que hacer.

Soy ciudadano cubanoholandés, y vivo agradecido de la señora Zumpolle y Pax Christi. Su casa siempre ha sido refugio de muchos cubanos que han necesitado de apoyo y solidaridad. Su familia es maravillosa y siempre han abierto las puertas y han tendido la mano amiga. Por toda esa bondad es que Dios los bendice y el "diablo" los desprecia.

Saludos,
Roberto

Referencias
La lucidez convidada
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Cuando leí el Diario de la Cárcel, todos mis recuerdos volvieron de golpe. Soy hija de ex-presos políticos españoles. Mi padre cumplió 19 años de cárcel y mi madre 12. Mis padres se casaron una vez en libertad condicional y vigilada. Nacimos de este enlace 4 niñas. En diciembre del 62 entró la policía político-social en casa. ¿Qué quiere ésta gente? Se lo llevaron todo y nos detuvieron a las 4 hermanas. Teníamos 4, 6, 8 y 9 años respectivamente. Estuvimos detenidas durante 24 horas, en la comisaría central vimos a nuestros padres también detenidos, oímos los gritos de hombres torturados. Mi padre fue condenado a 20 años de privación de libertad. Se lo llevaron primero a Madrid y luego al penal de Burgos. Mi madre para poder seguir los juicios en la capital y denunciar la detención tuvo que dejar a sus niñas a cargo de otros familiares. Recibió amenazas, por parte de la policía político-social, de internar a las niñas en un centro de la falange si seguía con sus denuncias. Durante 9 largos años, hasta el indulto, sólo veía a mi padre por Navidad, entre las rejas del locutorio del penal de Burgos. He leído el libro Sin pan y sin palabra, de Raúl Rivero. He leído el acta fiscal y no tengo palabras, sólo un deseo, transmitan mi apoyo solidario y humano a los presos políticos cubanos, a sus esposas, sus mamás, sus niños. Su dolor es mío, sus temores son míos, sus sufrimientos son míos, sus esperanzas también son mías.

Yo también me quedo aquí.

Una víctima de la dictadura de Franco.

Rosa Ramírez Brugalada
Barcelona, España

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Acabo de descubrir esta página, adoro la cultura cubana y pienso visitarlos con frecuencia. Les agradezco el servicio. Aunque noto un tono de resquemor contra la maravillosa isla de Cuba, que visité el año pasado. Conocí un país muy limpio, con mucha seguridad para poder pasear por las calles sin peligros de asalto. Sobre todo me impresionó el nivel cultural de los jóvenes, que platican de diversos temas. Tienen una religión de origen africano muy interesante. Y los niveles de salud son una excepción comparado con América Latina. Pienso volver para fin de año. Allí dejé muchos amigos. Los seguiré leyendo a ustedes para documentarme. Los felicito por tener un país único y diferente. Ando buscando algunas recetas exquisitas de comida cubana.

Lonila Payrol,
Argentina

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