Cartas
www.cubaencuentro.com Miércoles, 02 de febrero de 2005 www.cubaencuentro.com

Encuentro en la Red agradece los comentarios, inquietudes y críticas de sus lectores. Las cartas no deberán exceder las 200 palabras e incluirán el nombre y la ciudad del remitente. La redacción se reserva el derecho de editar o resumir los textos.

Esto es horrible, el pasado domingo millones de iraquíes arriesgaron sus vidas para participar en las primeras elecciones democráticas en muchos años. Independientemente de la posición que cada uno tenga respecto a la guerra de Irak (yo personalmente estoy en contra), la realidad del momento como mínimo nos tiene que mover a maravillarnos del afán del pueblo iraquí en decidir su destino. Hasta los más optimistas quedaron sorprendidos. Y sin embargo esto fue lo que dijo Granma internacional.

Ángel Ochoa

Referencias
Alto saldo de muertos y heridos durante farsa comicial en Iraq
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El artículo Fracturas en La Habana hace una radiografía bien cercana a la realidad de la Cuba actual. A pesar de los problemas que ha creado el totalitarismo comunista y que pretende "resolverlos" escondiendo la basura debajo de la alfombra, la sociedad cubana no está deseosa de resolver esos problemas mediante una lucha sangrienta entre sus hijos, sino lograr cambios reales que permitan restaurar el Estado de Derecho donde haya espacios para todos. Se habla con frecuencia de varios actores que jugarán un papel fundamental en esos cambios, pero considero que a los únicos que les asiste verdadera autoridad moral y vocación patriótica para ser los protagonistas de esos cambios, es al pueblo cubano y a nuestros hermanos del exilio. Otro elemento que podría contribuir positivamente sería una administración estadounidense con suficiente sabiduría política para apoyar una solución entre cubanos exclusivamente. Pero quienes no tienen la más mínima autoridad para protagonizar esos cambios, es el grupúsculo que usurpa el poder hoy día ni sus herederos políticos, pues a ellos sólo les interesa mantener el poder a costa del sacrificio inhumano de nuestro pueblo.

Hay muchas ansias de libertad que claman y reclaman con justicia un verdadero cambio, pues el panorama actual más sombrío no puede ser: 11 millones de cubanos, 2 millones obligados a ir al exilio, más de 10.000 muertos, la familia cubana dividida y triste, el país en bancarrota económica. Esa es la herencia de este régimen totalitario.

Francisco,
La Habana

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El artículo Fracturas en La Habana pone el dedo en la llaga en temas ignorados por los sesudos análisis de los "cubanólogos" y que serán las cuestiones más candentes en el futuro. Alguien dijo una vez que "el comunismo no resuelve los problemas, los congela", así se ha visto en el caso de Yugoslavia y de la Unión Soviética, y así se verá en Cuba en el futuro con el choque despiadado que se producirá entre negros y mulatos y los blancos que controlan totalmente el país.

Un sindicalista negro cubano dijo muy al principio de la revolución que Castro había resuelto el problema del racismo pintando a los negros de blanco, o sea, reprimiendo la cultura afrocubana o reduciéndola al mero esperpento.

En La Habana el escenario adquirirá proporciones dantescas si se tiene en cuenta que los 45 asentamientos "ilegales" constituidos por bajareques, sin agua, gas, ni electricidad y en una situación que nada tiene que envidiar a los ranchitos de Caracas, están habitados por negros y mulatos a los que se les discrimina por ser negros, por ser "palestinos" o de las provincias orientales, y por ser "inmigrantes ilegales".

Marc Sellés,
Barcelona

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Tienes razón Raúl, dos años en la vida de un hombre es un poco más que un instante. Te lo decimos todos los que de repente un día y durante todo ese tiempo no encontramos más tus artículos en este diario, al que, por intolerancia de otros, te viste obligado a faltar.

Pero para los que en su momento leímos Dos, mariposa; Mañana, después, más tarde; Tinta rápida, John Diez y Barbarito Lennon, entre muchos otros publicados en esta bien renacida sección de Favorables, te agradecemos que hayas vuelto, y podamos encontrarte cada semana como era habitual antes de ese "tiempo oscuro".

D. Fisher

Referencias
Decir tinieblas, decir jamás
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El artículo Propiedades y reconciliación es como un ensayo irreal de buenas intenciones, como un brindis al sol realizado por una persona que no conoce la Cuba actual y que conoce aún menos la transición de los países del antiguo Telón de Acero.

Los cubanos expropiados en Cuba no son equiparables a los americanos aliados de Gran Bretaña que huyeron al Canadá después de la independencia americana, ni con los colonos extranjeros en la India o China, esa es la óptica que emplea el gobierno cubano actual y que no se sustentará en una democracia. Lo más posible es que sean los expropiados los que gobiernen Cuba a través de sus representantes locales, son los únicos con el capital político y económico que exigirá la tarea.

El caso cubano sí presenta enormes similitudes con los de varios países de Europa oriental en los que se ha restituido la propiedad. En Cuba la mayor parte de las propiedades en disputa son de propiedad estatal y en muchos casos, presentan un estado lamentable. Las viviendas y edificios de calidad están ocupados por instalaciones estatales o dedicados a protocolo por el Estado. La empresa Cubalse, por ejemplo, dispone de 1.600 viviendas confiscadas que alquila a extranjeros.

Se tratará de una simple devolución pactada de propiedades estatales a sus propietarios e inevitablemente la restitución a sus propietarios de las propiedades ocupadas por los jerifaltes del régimen y por la nueva clase, una medida que será en extremo popular y demagógica y un caramelo muy goloso para los políticos del futuro.

Puede que el gobierno del futuro cree esquemas para conservar parte de la propiedad devuelta o puede que sólo entregue su usufructo, pero lo seguro es que se desprenderá de inmediato de gran parte de sus propiedades, como sucedió en la URSS. Los expropiados y EE UU se cuidarán muy mucho de que las propiedades vayan a parar a manos de mafias ya presentes en Cuba. Es muy poco probable que los ocupantes de viviendas de los barrios populares de La Habana se vean afectados, lo máximo que les puede pasar es que se les reubique en mejores viviendas o que vean aparecer por su barrio a los ídolos caídos que no hayan abandonado el país rumbo a España o México.

Caridad Vidal,
Sevilla

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Cuando viajo al extranjero leo esta publicación, pues es diferente de muchos otros medios en el exilio, para no hablar de Cuba, donde la repetición agota; tiene discusiones renovadoras. El artículo Propiedades y reconciliación brinda nuevas ideas sobre el tema de las propiedades confiscadas. Felicito al autor y a Encuentro en la Red por esta propuesta de economía de mercado y Estado de Derecho pensando en todos los cubanos, no en unos pocos; pensando en el futuro, no en el pasado.

Orlando,
México D.F.

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El artículo La movida miamense, en el cual se refieren al surgimiento de actividades culturales en Miami, es muy optimista. Pero de ninguna manera pueden afirmar que aventaja al movimiento artístico cultural que hay en Cuba, con una fuerte actividad editorial, dinámicas galerías y el Museo Nacional de Bellas Artes, el cual es un tesoro de las artes plásticas. Personalmente, he visitado algunos de los centros musicales miamenses, como Hoy como Ayer, en la calle 8, y la Casa de la Medina, y el Teatro Avante y Abanico, y es más bien la reiteración de un pasado inmediato olvidado definitivamente por La Habana. Todavía falta mucho para hablar de un movimiento cultural.

Jaime Cortes,
México

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No hay dudas de que en el futuro, luego de la democratización de la Isla, Europa (y con ella España) se quedará corta a la hora de entablar relaciones económicas y negocios con el futuro gobierno. Sin duda alguna, las relaciones económicas se centrarán en los negocios con EE UU, que, por su cercanía, es ya de preferencia. Pero no creo que sea por ello, que en especial España le tienda la mano a Castro. Es inexplicable que EE UU esté de acuerdo con hacer el papel del malo hace 46 años, cuando España ayuda (y se autoayuda) al régimen, independientemente de cuantas barbaridades hizo y sigue haciendo. Es lógico que sólo los negocios españoles (en su mayoría) existentes en Cuba, son la causa de las presiones a su gobierno. Cuanto siga sufriendo el pueblo cubano por este motivo, es poco interesante. The show mus go on y el dólar (poco o mucho, da igual) que siga corriendo. Los escrúpulos se quedan en Madrid.

Gema,
Alemania

Referencias
Se equivocan las palomas
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Quería referirme al artículo recientemente publicado Sontag, Carpentier y la moneda del castrismo. En realidad, el régimen hizo toda una alharaca alrededor del centenario de Carpentier y, si algo tenemos que reconocer, es que este escritor forma parte inseparable de nuestra herencia cultural, aunque haya servido al régimen hasta el último minuto de su vida.

Quiero referirme a que a principios de la década de los años setenta, en la Embajada de Cuba en París, el hoy tan homenajeado Carpentier no contaba ni con un auto (todos los otros diplomáticos tenían), ni tampoco secretaria para responder al correo que se acumulaba y que, en muchas ocasiones, era procedente de personalidades políticas o de la cultura.

Parece que, para el régimen de La Habana, los intelectuales sólo merecen reconocimientos después de muertos y… no todos, porque ya murieron varios en el exilio que siguen en "la lista negra".

Miguel Antonio

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El artículo Propiedades y reconciliación es muy esperanzador por la manera equilibrada y juiciosa en que ha sido tratado ese tema tan delicado y polémico de nuestra historia reciente. La mayor prioridad que tendremos una vez que termine la tiranía comunista, es la de reconstruir nuestra patria sobre la base de un Estado de Derecho, donde se respete a los ciudadanos ejercer libremente la propiedad privada.

Sin dejar de reconocer las justas reclamaciones que harían los que fueron arbitrariamente despojados de sus propiedades, hay que prever que el país saldrá de esta pesadilla totalitaria más depauperado que cuando terminó la guerra de independencia contra España. Esa dura realidad obligará a todos a reflexionar en el hecho de que el nuevo gobierno democrático que asuma la responsabilidad de regir los destinos de sus compatriotas se verá presionado a establecer una suerte de política económica de emergencia, que comience a sentar las bases para restaurar en Cuba un sistema económico y político que garantice a los ciudadanos la creación de riquezas.

No bastará que el individuo tenga un espíritu emprendedor, será necesario que exista un sistema y gobierno que favorezcan la actividad empresarial. En esas circunstancias, poner como condición a la sociedad cubana el pesado fardo de la solución de los litigios para compensar a los antiguos propietarios expropiados, tendría un costo económico y político tan grande que haría fracasar el justo anhelo que abrigamos la mayoría de los cubanos: garantizar una patria con todos y para el bien de todos. Entraríamos en un nuevo círculo vicioso que sólo beneficiaría a los herederos políticos del grupúsculo que usurpa el poder hoy día. Confío que en ese momento los cubanos sabremos encontrar las fórmulas adecuadas que permitan saldar las nefastas cuentas pendientes. Unas de las muchas lecciones que podemos aprender de esta tragedia, es que sea reconocida en nuestra futura Constitución democrática que la propiedad privada sea derecho inalienable del ciudadano, y su garantía y respeto, un deber inaplazable del Estado.

Frank,
La Habana

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