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Leyendo la noticia sobre la perorata de Fidel Castro el pasado jueves, no supe si reír o llorar ante tan patético cuadro: un anciano demente mezclando politiquería de la peor especie, cañonas económicas y chocolatín con leche, frente al rebaño aplaudiendo.
Chocolatín (que no debe ser chocolate), cerelac, fricandel, chorimorci, picadillo enriquecido, pasta de oca, masa cárnica, zafra de los 10 millones, Cordón de La Habana, plan alimentario, negocios con los rusos, con los chinos, sin los chinos, con los venezolanos, de nuevo con los chinos, etc.
Francamente, no creo que nadie en este mundo se crea esta farsa de circo. Sólo que algunos callan por miedo, otros por insensibles y el resto cobra por su silencio.
Felipe,
Miami
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Después de leer los artículos sobre el fracaso del comunismo, no puedo decir otra cosa que ¡Bravo! y con el dedo pulgar hacia arriba. Es una excelente radiografía de esa aberración de la mente humana que es el totalitarismo.
A diferencia de todas las formaciones económico-sociales por las que ha atravesado la humanidad y que han sido fruto del desarrollo espontáneo de la sociedad, el comunismo, al igual que el fascismo, ha sido impuesto por grupos de personas cuyo único interés es mantener el control absoluto del poder en contra de la voluntad de sus pueblos.
El caso cubano es tan amorfo e indefinible, que es una verdadera mezcolanza de lo peor que ha producido la humanidad como modelo de sociedad. Si se analiza ese mito indecente llamado revolución cubana, se podrá comprobar cómo nuestro país a partir de 1959 ha ido involucionando hacia formas primitivas de sociedad donde se encuentran elementos del esclavismo, el feudalismo y el capitalismo premonopolista en su fase más salvaje. Es decir, los cubanos no tenemos derechos económicos, políticos, ni civiles para poder desarrollarnos como un ente social activo y generar riquezas. Todo ese lúgubre panorama se debe a la naturaleza inhumana, excluyente, represiva y antidemocrática del comunismo, que es reflejada por el grupúsculo que usurpa el poder en este país desde hace 46 años.
Francisco,
La Habana
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No es para asombrarnos la exhortación hecha por numerosos intelectuales "de izquierda" acerca del tema Cuba y los Derechos Humanos.
El argumento que esgrimen al reclamar que no se debe condenar al régimen de La Habana porque hacerlo es caer en el juego de Washington, es falaz y perverso. Porque a fin de cuentas los presos siguen tras las rejas y el sistema sigue reprimiendo a cuanto habitante de la Isla se le ocurra opinar de manera diferente a la que obligan "las orientaciones del Máximo Líder". Para ellos no es importante que haya presos por discrepar y oponerse, disentir y protestar. Esos intelectuales "de izquierda" gozan en sus países de todas las libertades "burguesas" que desean para si mismos muchos en Cuba. Su mezquindad militante llega a tal abyección que con su actitud niegan a otros congéneres el acceso a los mismos derechos que ellos poseen, sólo porque aquellos "no se oponen al imperialismo". Buen papel han hecho toda su vida. No se les conoce ni una sola crítica al gulag de Stalin y compañía, ni han derramado nunca una lágrima por los 3 millones de muertos de Pol Pot o por los de la Plaza Tienanmen. Eso sería mucho pedirles a quienes supeditan los derechos humanos a una militancia política, la de ellos. Los que piensan diferente no son seres humanos, ni valen una nota de solidaridad.
Hildemaro Montejo,
Weston, Florida
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El autor de Chalabismo tropical y derecha decente dice estar agradecido a EE UU por haber estudiado aquí. Para él, la culpa es de la derecha indecente. Cree que se le debe quitar el embargo a Cuba, y los turistas y los dólares acaban con el Ministerio del Interior, los encarcelamientos, los fusilamientos, y el pueblo le pierde el temor a la represión comunista y hay elecciones.
Quiere que Estados Unidos adopte la misma política de España y otros miembros de la Unión Europea: ayudar a los "inversionistas" que se benefician de la explotación de los trabajadores cubanos. Dice que la "mayoría de los disidentes" apoyan su manera de pensar ignorando a Martha Beatriz Roque, Vladimiro Roca y demás.
No sé cuántas propiedades le fueron confiscadas en Cuba a él o a su familia. De ser sustanciales, es el hombre más generoso del mundo. Quizás deba leer un poco lo se hizo en los países de la cortina de hierro después de la caída de los regímenes comunistas. El autor parece querer un socialismo sin Fidel, pero él está en la minoría; la mayoría de los cubanos en el exilio pertenecemos a la derecha indecente.
Manuel Sánchez
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El artículo Chalabismo tropical y derecha decente es simplemente brillante. Gracias a Encuentro en la Red por mantener mis neuronas activas cada mañana.
Harold,
Washington DC |
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Muy buen artículo Chalabismo tropical y derecha decente, aunque debemos recordar que las actitudes caducas en el exilio no sólo son de la extrema derecha, sino de cierta izquierda "inocente" que sigue proponiendo desacreditadas soluciones socialistas para el futuro de Cuba. Y dos hechos innegables: la disidencia interna es pacífica porque es la única vía posible dentro de la Cuba actual. Y Bush aprobó las restricciones de viajes y remesas para ganar votos en la Florida: política interna, no externa.
En cuanto al "antiamericanismo" de los patriotas cubanos: Agramonte, entre otros, era anexionista. Tratemos de ver las dos caras de cada historia.
Rolando,
Nueva York |
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El artículo ¿¡Viva Batista, viva Castro!?, sobre los hechos posteriores al 13 de marzo, algo verdaderamente desconocido para los de mi generación y que nos pone a pensar sobre la naturaleza del cubano. ¿Será que la doble moral viene arraigada en nosotros mucho antes de que nos la impusieran como modo de vida? ¿No será este nuevo apoliticismo proclamado hoy por tantos y magnificado de manera genial por Enrisco, un poco más de lo mismo?
Sobre El totalitarismo y la naturaleza humana: Cómo y por qué fracasó el comunismo (III) y su análisis de las causas de la caída del comunismo, según dice el señor Sabino Utkarsh en su carta, el autor no dice "nada nuevo". Quizás, pero qué satisfacción experimentamos al ver compilado de esta manera todo lo que siempre hemos pensado y sufrido.
La hierba del diablo, desde Barcelona, sobre los estancos: el costumbrismo y el amor a Cuba afloran en todo lo que escribe este autor. Mis felicitaciones y debo decirle que tuve exactamente esa misma sensación cuando estuve en España y entraba a uno de estos lugares para venta de tabaco.
Por último, Yo soy un hombre apolítico (de donde crecen raquíticos), sobre el apoliticismo de moda. Sencillamente genial y no sería partidario de que nos pongamos a polemizar sobre un artículo humorístico, aunque todos sus escritos siempre terminan haciéndonos pensar. No creo que en Cuba alguien haya leído las declaraciones "apolíticas" de Eduardo del Llano y en cualquier caso tampoco nadie las creería. Ya la gente aprendió hace mucho a leer entrelíneas y conoce la mecánica de subsistencia. Eso sí, muchísima gente ha visto el corto que se ha difuminado como pólvora por todos lados. Tanto para Del Llano como para Enrisco mis felicitaciones. Ambos comparten el mismo don de hacernos reír y reflexionar al mismo tiempo.
Rick
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Una vez más Arturo López-Levy nos muestra su talento y profundo conocimiento sobre el problema cubano y su entorno político, con el artículo Chalabismo tropical y derecha decente. Mis felicitaciones al autor por haber asumido su aporte a la causa común de los cubanos con tamaña responsabilidad.
Felipe,
Miami |
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Felicitaciones por la serie El totalitarismo y la naturaleza humana: Cómo y por qué fracasó el comunismo (III). Como otros tantos de los artículos de Carlos Alberto Montaner, es una lectura de cabecera que debe ser guardada para ser releída de cuando en cuando.
Y. Martínez,
Texas |
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Felicitaciones al autor del artículo El totalitarismo y la naturaleza humana: Cómo y por qué fracasó el comunismo (III). Lo que describe en su punto 4: "nadie cuidaba los bienes públicos", se enseña en los cursos básicos de economía bajo el título de "tragedia de los comunes". Individuos racionales utilizan una instalación de acuerdo a su beneficio personal (como es lógico, beneficio promedio); sin percatarse (y aun haciéndolo sin incentivos para modificar sus acciones) del deterioro que su insignificante acción individual causa al bien común (esto es, sin mirar a la disminución del beneficio marginal).
La "tragedia de los comunes" ocurre en cualquier sociedad siempre que un servicio o bien determinado: 1) esté al alcance de todos, y 2) su calidad disminuya con el uso individual. La idea escrita viene de los antiguos griegos, quienes observaron que los hombres cuidan bien de sus pertenencias privadas pero no de lo que poseen en común con otros. Por eso: los "círculos sociales" en la playa estaban como estaban, tiende a haber más basura en el parque que en los jardines de las casas, el perro no está en peligro de extinción y la vaca en Cuba sí, etc. El comunismo es un sistema que hace de la "tragedia de los comunes" un fenómeno a gran escala.
Ana Yanes,
Ottawa |
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