Sólo quería compartir con ustedes una reflexión sobre un asunto particularmente penoso y es que al mismo tiempo que en La Habana el decano de los dictadores, Fidel Castro, y su aprendiz más aventajado, Chávez, se encontraban entregando diplomas a nuevos médicos latinoamericanos para que salven vidas en sus países, estaban muriendo en el mar más de 20 cubanos en plena huida de su patria, la misma que es capaz de fabricar médicos de exportación para la propaganda de Castro. Sería digno de burla si no implicara vidas, sueños y esperanzas de tantas personas.
Gracias por la valentía de sus análisis y la veracidad de las noticias.
Roberto Orlando López,
México
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