Cartas
www.cubaencuentro.com Lunes, 10 de octubre de 2005 www.cubaencuentro.com

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El artículo En primera persona, en mi opinión, está muy bien explicado, con matemática, para que el mundo sepa la verdadera realidad cubana. Soy un cubano que emigré y vivo en un país de América, trabajo y estudio y he sido capaz en dos años de sobrevivir todas las necesidades que pasa un emigrante. Cada día que pasa aprendo más del capitalismo, de sus cosas buenas y malas. Pero entiendo que en nuestra patria, cada día vemos como hay una doble moral, todo es mentira; cada día que pasa la gente cae en inmoralidades, qué pena con mi gente.

En fin, somos un pueblo trabajador, luchador y sabemos valernos en momentos difíciles, y más en el destierro. Soy un cubano que extraño mi tierra y me gusta la libertad de prensa, por eso felicito al periodista autor del artículo, por ser tan valiente.

Ernesto Hernández

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Me parece genial el análisis del artículo En primera persona; muy valiente para haberse redactado desde La Habana, y muy objetivo, pues nos desenmascara totalmente esas incógnitas que todavía muchos desde fuera de la Isla piensan que funcionan.

Conozco muchísimas anécdotas de amigos médicos que han estado en muchas partes de África, Centroamérica, y ahora Venezuela; así como otros que han desertado y se encuentran diseminados por el mundo, ejerciendo su profesión como pueden.

Me parece absolutamente necesario el artículo citado, sobre todo para amigos extranjeros, a los que siempre trato de ilustrarles, de la mejor manera posible, la realidad de lo que muchos consideran "el paraíso de la educación y la salud".

He enviado el link a muchos de estos amigos, que obviamente están quedando boquiabiertos ante tan cruda realidad.

Andrés Tamayo,
Santiago de Chile

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Vale la preocupación que muestra el artículo Nosotros que nos queremos tanto. Pero también es imprescindible comprender que el Estado de derecho puede ser construido en cualquier país, independiente de los errores y horrores que se hayan cometido en el pasado.

La historia de la Cuba republicana está llena de problemas que eran similares en muchas partes del mundo, aun así, fueron más de 50 años en los que el país pudo renacer de la destrucción en que lo dejó la última guerra de independencia contra España. Y todo eso fue en el marco de un Estado de derecho, es cierto que imperfecto e inmaduro, pero siempre acorde con la época que corría.

Es cierto también que la dictadura comunista ha hecho, y continua haciendo, todo lo posible por dejar a la nación cubana inepta para la inevitable restauración de un Estado de derecho pleno, pero eso es como pretender tapar el sol con un dedo o tirarle piedras a la luna.

La sociedad cubana, de diversas maneras, desea una transición pacífica hacia la democracia y confío en que se impondrá el sentido común para reconstruir nuestro país con el concurso de las múltiples fuerzas políticas que normalmente coexisten en una sociedad plural. A pesar de los 46 años de barbarie totalitaria comunista, Cuba es una nación perfectamente estructurada en los valores comunes que comparten los países del llamado mundo occidental.

Como dice una frase bíblica: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora". Confío que esa hora que anhelamos la gran mayoría de los cubanos está cada día más cerca.

Francisco,
La Habana.

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Leo diariamente el sitio web y esta semana ha sido excelente, con artículos moderados, sin ofuscamiento ideológico. El artículo Sin fuegos ni liquidaciones aporta salidas patrióticas, sin medias tintas, y sus argumentos son muy fundamentados. Si se quiere avanzar hay que desmayar el tema de las propiedades.

También El crepúsculo de los ídolos es excelente. Lo que el Tribunal de Atlanta dijo sobre la comunidad cubana en Miami es compartido hasta por la mayoría de esta ciudad. Mejor que hubiesen juzgado a los espías en otra ciudad. Si Miami quiere ser respetado, que los que viven aquí se comporten como los del resto de EE UU. Al final, ambos artículos se conectan con la necesidad de construir el Estado de derecho que formula muy bien Ladislao Aguado.

Orlando Gutiérrez Cabrera

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Yo, como muchos de nosotros, aborrezco cualquier forma de terrorismo. Posada Carriles mató, cercenó la vida de mucha gente inocente. Llamarlo "militante anticastrista" el mayor cinismo y el mayor disfraz a una palabra muy de moda por estos tiempos: terrorista. Ojalá que algún día se haga justicia por esas jóvenes almas inocentes y por sus familiares que lloran aún su prematura ausencia.

José González,
Washington DC

Referencias
Las tensiones de Posada Carriles
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Cuando las organizaciones cubanas del exilio se consolidan en apoyo a los que luchan por la libertad en Cuba, el autor de Sin fuegos ni liquidaciones lanza más improperios divisorios en su artículo. Desafortunadamente, no ha aprendido nada durante su estancia en Estados Unidos.

La democracia para él es cuantitativa: el deseo o la voluntad de los más es la base de la democracia. Pero la base de la democracia son las garantías a los derechos de los ciudadanos. Los negros todavía serían esclavos si la voluntad de las mayorías fueran la sola fuente de derecho en este país. Él estima que como la mayoría de los cubanos en la Isla desearían quedarse con las casas que ocupan, y que el gobierno de Fidel Castro expropió sin compensación, esa debe ser la fuente de derecho básica para la democratización de Cuba. Lo que le permite decir eso es la Constitución de EE UU, que garantiza la libertad de expresión como uno de los derechos inalienables del ciudadano. La Constitución de este país también garantiza el derecho de propiedad. La Cuba del autor prescribe la derogación de tal derecho.

Manuel Sánchez

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Puedo estar en contra del totalitarismo, del estalinismo y de otras vertientes de dictadura, pero nada justifica lo realizado por Posada Carriles. Defender a este ente no se justifica en nada, ni tengo necesidad que universalmente se defina qué cosa es un terrorista para saber lo que es Posada.

Nos haríamos un favor como oposición no defendiendo a alguien que no merece defensa. Hablo por los inocentes jóvenes deportistas que murieron ese día en el avión de Cubana saliendo de Barbados y por otros más que no eran ni esbirros ni criminales.

Gonzalo Diéguez

Referencias
Las tensiones de Posada Carriles
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Ahora han hecho a monseñor Carlos Manuel de Céspedes miembro de la Academia Cubana de la Lengua y resulta que sus libros no se han publicado en Cuba.

Pero bueno, lo mismo pasó con Doña Dulce María Loynaz, a quien le dieron un Premio Nacional de Literatura cuando hacía más de 20 ó 25 años que no se le publicaba nada en su propio país.

Pareciera que ese tipo de llegada al empíreo cultural es lo que le tiene reservado el establishment a los descendientes de próceres, quizá para que la historia no diga que les quitaron del todo sus privilegios. En todo caso, vamos a ver si algún día uno de esos académicos habla en su discurso de entrada de cómo y por qué los descendientes de africanos tuvieron que aprender español y han tenido que hacer el doble para que los consideren cubanos.

Ricardo Fronesis,
La Habana

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Monseñor Carlos Manuel de Céspedes entra en la Academia Cubana de la Lengua
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Estupefacto he leído la noticia sobre la primera muestra de cine gay en La Habana, con distribución de condones y lubricantes gratuitos en los portales de los cines, con el estímulo público del propio gobierno. ¿Será que ya se ha llegado al extremo de tener la necesidad de buscar el apoyo de la comunidad gay en Cuba? ÀLos gay olvidarán que fueron perseguidos (recordar a Reinaldo Arenas y a Fresa y Chocolate) y encarcelados sólo hasta por parecerlo (recordar las UMAP en los años sesenta y la perenne aplicación de 4 años de prisión por el "peligro"), y hasta desterrados y expulsados de su patria (recordar Mariel, 1980)? El que era, parecía o tenía relaciones con algún gay o simplemente lo saludaba en el barrio, resultaba un ser "marcado y maldecido", no era de confianza para el régimen. A todo aquel que "oliera" a gay se le impedía hasta el ingreso a la universidad y a organizaciones diversas. ¡Cuidadito con hablar con un gay! Eso era diversionismo ideológico, por eso los CDR tenían que informar al G-2 sobre cualquier sospecha gay, por ser potenciales agentes del enemigo. Parece que ahora Castro necesita a los homosexuales cerca de él, lo que resulta políticamente lógico si se tiene en cuenta que son una fuerza numerosa y mantienen intensas redes, relaciones y comunicaciones internacionales, hasta clandestinas, sin que los muy machos "segurosos" se les puedan infiltrar, por lo que les conviene evitar que los gays se les "viren" contra el comunismo. No es que los acepten, le tienen miedo a esa fuerza incontrolable e impredecible. ¿Se imaginan una manifestación bien organizada de gays en La Rampa contra el gobierno? Con sus gritos y plumillas no hay policía que los aguante. De sólo pensar en el escándalo por las calles, da risa, pero en verdad los gays son seriamente peligrosos para el comunismo y por eso quizás estén pensando que es mejor "tenerlos contentos" para que olviden la historia. Como dice la canción: "la vida te da sorpresas", y es mejor precaver, no vaya a ser que la comunidad gay sea la que "tumbe al caballo" y no la tan dividida disidencia que sabiamente Payá trata de unir.

Mario Sanler Castillo

Referencias
Primera muestra de cine gay busca abrir un nuevo espacio a los homosexuales
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Mientras se siga partiendo de presupuestos falsos o dudosos, se seguirá arribando a conclusiones igualmente engañosas. El actual impulso democrático tiene claro cuál es la situación política y cuáles sus causas principales, es decir, sí, hemos vivido y vivimos en una dictadura totalitaria donde los derechos civiles básicos están negados o, en el mejor de los casos, manipulados por las instituciones gubernamentales. Nadie sabe por seguro cuántos millones están con Fidel ni tampoco quiénes han tenido o tienen más miedo —se podría argumentar que una ciudad como Miami se debe precisamente al miedo de todos aquellos que, queriendo tumbar al gobierno, prefirieron salir huyendo—. Luego, las preguntas sobre el pasado, al menos una buena parte de ellas, se responden por sí solas, la cuestión es ahora delinear un programa práctico acerca del presente y dejar de hacer asunciones sobre un espacio político que no dominamos —en el sentido de saber y no de control ideológico—. La transición ya comenzó, es sólo cuestión de tiempo el que se haga visible.

Ricardo Fronesis,
La Habana

Referencias
Cómo se justifica una dictadura
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