Acabo de leer el artículo Apuntes para la corrección de una leyenda y además de estar en total acuerdo con cada palabra que ha escrito el autor, estoy más convencido que nunca cuando leo las opiniones de los "progres" de la esencial verdad de lo que dijo Octavio Paz, que en América Latina la mentira es institucionalizada. Un ejemplo perfecto es la anécdota sobre la gran admiración que Pablo Neruda tuvo por Batista. Pero ni si te ocurra decir eso a los socialistas chilenos, los mismos que no tienen ningún problema en admitir que el Premio Nobel era estalinista.
Carlton Solomon,
Miami |