www.cubaencuentro.com Viernes, 28 de febrero de 2003

 
  Parte 1/2
 
Suiza, ARCO 2003 y lo futurible
Finaliza la XXII Feria Internacional de Arte con sede en la capital española. Su directora, Rosina Gómez-Baeza, se refiere a esta última edición.
por DENNYS MATOS, Madrid
 

El programa central de ARCO para este año, Suiza en ARCO 2003 —comisariado por Martín Schwander—, repasó a través de 18 galerías la escena artística de un país cuya producción cultural está marcada por la presencia de cantones de habla italiana, francesa y alemana.
Galería X
Galería X. Cielito argentino con piedra VII (Norberto Julio Puzzolo).
El efervescente fenómeno conocido como Young Swiss Art —de moda por las tierras de Guillermo Tell— no hubiera bastado para que la nación helvética ejerciera de invitada especial en Madrid: paralelos a él, nuevas y numerosas galerías, coleccionistas, marchantes, museos y otros espacios expositivos apuestan por la promoción y difusión de la plástica propia y foránea. La Feria Internacional de Arte de Basilea (gran competidora de ARCO) es sólo el ejemplo más visible de la capacidad y el poderío alcanzado por Suiza en los grandes circuitos internacionales.

Una de las críticas más comunes a la feria madrileña se sustentaba en el hecho de que, dada la imponente presencia de galerías españolas —en algún momento sobrepasaron el 50% del total—, se había convertido en un certamen de ámbito nacional. En la presente edición, y aun cuando la cantidad de galerías nacionales continuó siendo muy importante (104 de un total de 276), hubo una tendencia a la baja. En este sentido, sobresalió la presencia de galerías extranjeras que por su cantidad y calidad acapararon la atención general. Fue el caso de la selección neoyorquina agrupada en el proyecto Piece Unique NYC (comisariado por Marjory Jacobson, curadora independiente y escritora), una idea que aborda aquellos escenarios artísticos caracterizados por su vitalidad y dinamismo, focos de creación, inspiradores de novedad y audacia estética en el panorama mundial del arte. Este año, Estados Unidos asistió con 26 exposiciones: no se recuerda una concurrencia tan notable desde 1989, en el que acudió a ARCO con 22 galerías. Descontando la copiosa representación de Suiza, destacaron también, por importancia y número, las muestras de Alemania, Francia y Portugal. Completaban el cuadro galerías de América Latina y el Caribe, Asia y Oceanía.

La plástica cubana estuvo ampliamente representada en los diferentes espacios expositivos de la feria, tanto en el programa general como en los Futuribles y Art Unknown. Al programa general, la madrileña galería Ángel Romero acudió con una exposición de Carlos Quintana. Juan Pablo Ballester asistió con la galería de Madrid Garaje Regium, mientras que Marta María Pérez Bravo lo hizo con la valenciana Luis Adelantado, y Armando Mariño con la gallega ADHOC. Por su parte, las galerías habaneras La Acacia —expuso trabajos de Roberto Fabelo, Pedro Pablo Oliva y Ernesto Estévez—, La Casona —trajo una muestra fotográfica de Alaín Pino, Alina Isabel Pérez y Sirenaica Moreira— y Catálogo —participó con obras de Santiago Rodríguez, Roberto Diago y José A. Vincench— también aportaron presencia. Dos galerías parisinas —Galería 2000 y Thessa Herold— exhibieron obras de Wilfredo Lam en el centenario de su nacimiento.

La directora de ARCO 2003, Rosina Gómez-Baeza, se refiere a esta última edición de la feria:

¿Qué objetivos persiguió la selección de galerías y proyectos en ARCO?

Nosotros tenemos un comité organizador que decide las galerías participantes en el programa general. Luego contamos con un comisariado constituido por 18 comisarios, que seleccionan programas de galerías emergentes, o sea, de galerías desconocidas que incluso pueden no haber participado nunca en una feria europea. La aportación de ARCO es esa investigación sistemática en torno al acontecer artístico actual. Nosotros vamos a los países a través de los comisarios, buscando aquello que resulte más interesante. Es un trabajo de campo muy importante, que traslada a Madrid, en el marco de la feria, otra manera de entender el arte. Ello enriquece mucho no sólo la visión del puro mercado, como hace la feria de arte de Basilea, sino que crea un nuevo tipo de feria, que busca el contacto profesional entre los diferentes sectores que conforman la esfera del arte. ARCO investiga en permanencia: a nosotros nos interesa aquello que está ocurriendo hoy, visto por los expertos más importantes del momento.

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