www.cubaencuentro.com Jueves, 20 de marzo de 2003

 
Parte 1/2
 
Antonio Benítez Rojo: 'Para mí los libros son objetos funcionales'
El narrador y ensayista comenta cómo mediante purgas y donaciones ha reducido su biblioteca a unos dos mil volúmenes.
por C.E.D., Miami
 

¿Cuántos libros tiene tu biblioteca?

Pocos, yo diría unos dos mil. Esto se debe a que he estado donando libros a la biblioteca de Amherst College durante tres años. Me he quedado sólo con los libros que tratan sobre Cuba y el Caribe, y con las obras de literatura que enseño en mis cursos.
Libros
También me he quedado con los libros que me mandan los amigos.

¿Cómo los tienes organizados: por autor, por tema, por área lingüística, o indiscriminadamente?

No están organizados y a veces me demoro bastante buscando un libro que sé que tengo en los libreros. En el pasado he intentado ordenarlos por autores, pero acaban por salirse de ese orden y desperdigarse por los libreros, mesas y sillas de la casa.

¿Tienes un sitio específico para los libros escritos por ti, lo que pudiera llamarse tu egoteca?

Pues sí, tienen su lugar en determinado librero, donde están ordenados cronológicamente desde Tute de reyes hasta Mujer en traje de batalla. No obstante, mi narcisismo es moderado, pues el año pasado la biblioteca de Amherst College se interesó en guardar mi archivo de escritor, y para allá fueron un montón de cajas con todas las antologías donde aparecían mis cuentos, todas las revistas y periódicos donde había algo mío o sobre mí, y un montón de copias de recortes. Estos envíos los mantengo al día. Por ejemplo, la antología de cuentos cubanos del siglo XX que tú y Jorge Fornet prepararon para el Fondo de Cultura Económica, y la edición en portugués de Mujer en traje de batalla, acaban de salir de mi casa para el archivo.

¿Qué criterios sigues para comprar libros: un criterio racional o te dejas llevar por el impulso?

Últimamente tiendo a ser lo más racional posible, es decir, compro lo que me hace falta para estar al día en teoría literaria, historia y cultura del Caribe, así como obras literarias que me interesan por uno u otro motivo.

¿Qué haces para controlar la superpoblación, la cantidad excesiva de volúmenes?

Bueno, ya te dije, de un tiempo a esta parte hago purgas anuales y dono los libros a la biblioteca de Amherst College. No es un gesto del todo desinteresado. Esas donaciones representan deducciones de impuestos.

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