El pianista Chucho Valdés, ganador de cuatro premios Grammy, dijo que lloró al conocer la muerte de la artista, a quien conocía desde niño por la amistad entre Celia y su padre, el también músico Bebo Valdés.

"Celia me cargó, me sentó muchas veces en sus piernas y ella decía a mi padre que yo iba a ser buenísimo pianista", recordó.

Para Valdés, Celia Cruz ha sido "la sonera más grande que ha dado Cuba". "Yo la considero al mismo nivel que Beny Moré, son casos únicos", afirmó. "No ha habido otra Celia Cruz y van a pasar muchos, pero muchos años, para que alguien se acerque a sus tacones. Celia ha muerto pero su música quedará por siempre, gracias a Dios".

El trovador Vicente Feliú reconoció que Celia fue una de las grandes figuras de la música cubana del siglo XX.

La cantante murió sólo cuatro días después de la desaparición de otra personalidad importante de la música cubana, Compay Segundo.

"Nos queda su obra en ambos casos. Y ojalá la gente que tiene que poner los discos en la televisión y radio no los olviden. Nosotros los artistas no los vamos a olvidar".

Silvio Rodríguez dijo que se imagina "a Compay Segundo y a Celia Cruz en una nube, ambos cantando y divirtiéndose, y ojalá que así sea".

Por su parte, Isaac Delgado dijo tener que dar "gracias a Dios por haber cantado con uno y otro. Estoy orgulloso de haberlo hecho y bien lastimado porque creo que son personas que tienen una fibra irrepetible".

"Estoy bien consternado con la noticia" de la muerte de Celia, aseguró Delgado y manifestó su deseo de hacer llegar sus condolencias y la de los músicos de su banda a los familiares de la cantante.

Delgado recordó que él ha sido el único artista de la Isla que en los últimos años ha compartido un escenario con Celia.

"Tengo gratos recuerdos de ella. La conocí en el año 1999, cuando estuve en Madrid, le puse mi orquesta a su disposición y actuamos en los carnavales de las Islas Canarias y también en un programa de Miguel Bosé", relató.

Los medios de comunicación de Cuba, todos bajo control del Estado, dedicaron sólo brevísimos espacios a informar sobre la desaparición de la artista, a la que acusaron de haber participado activamente "en las campañas contra la revolución Cubana generadas desde Estados Unidos".

En América Latina y Estados Unidos, la noticia, en cambio, paralizó las redacciones de periódicos, obligó a las cadenas de radio y televisión a trasformar su programación y colapsó los teléfonos de los medios de prensa por las numerosas llamadas de los admiradores de Celia Cruz.

"Ha muerto la Reina de la Salsa", anunciaron los canales 2, 4 y 13 de la televisión panameña y mostraron amplios reportajes sobre la cantante cubana. Las grandes cadenas de Estados Unidos, Telemundo y Univisión, le dedicaron programas especiales. "Es difícil imaginarse al mundo sin la voz, sin la alegría de Celia Cruz", dijeron.