Vuelvo sobre la inclusión en el movimiento de rap de Cubanito 20.02. Quien esté más o menos familiarizado con la estética rapera, echará de menos en las canciones del trío el lenguaje agresivo, lleno de palabras violentas y epítetos malsonantes, que caracteriza a ese género. Es la razón por la que la inmensa mayoría de esos discos llevan obligatoriamente la etiqueta "Parental Advisory. Explicit Content" (por cierto, Àpor qué nunca se traduce al español?), y por la cual además no pueden programarse en muchas emisoras de radio. Algo de lo cual están excluidos los temas de Cubanito 20.02, cuyos integrantes prefieren decantarse por unas letras en las que cantan fundamentalmente al amor. "Lady, no entiendes nada todavía. Todo lo que traigo para ti es amooor", grita White al inicio de Pídeme. Y en efecto, se trata de toda una declaración de principios que Cubanito 20.02 cumple en las once canciones que conforman su primer disco compacto.

La inmensa mayoría de esos temas cantan así al amor en su forma más feliz y realizada: "Tanto, pero tanto amor me queda por darte/ que no siento ni las horas al hablarte/ No te quedes callada y pídeme/ Mi corazón, por ti yo moriría/ Sólo tú eres quien me ilumina, mi luz/ y por ti yo moriría, I love you/ No te quedes callada y pídeme". No son —no lo pretenden ser— letras literariamente elaboradas, y se mueven dentro de los patrones tradicionales de nuestra música. A su favor tienen, no obstante, dos cualidades: no están hipotecadas al lenguaje "popular" (en ocasiones éste se convierte en un metalenguaje casi críptico para los no iniciados) al que tanto se recurre actualmente; y proyectan una imagen de la mujer que se halla a años luz de la que usualmente se da en el rap (dos grupos que participan de esa corriente son Habana Squad y 90 Millas, cuyos temas pondrían en pie de guerra a las feministas más moderadas). Sobre este último aspecto, hay que añadir que incluso en las canciones sobre desengaños y amores infelices, la amada aparece siempre vista de modo amable y sin rencor alguno (escúchense, por ejemplo, Si piensas volver, Te olvidaré o Llorarás).

Pero estamos hablando, en definitiva, de temas que deben ser valorados no por la calidad poética de las letras, sino por lo que sencillamente quieren ser: música para darle alegría al cuerpo y para poner a bailar al personal. Y en ese sentido, Soy cubanito no defrauda. Es, en conjunto, un trabajo bien balanceado y muy atractivo, que sin pretender llevar a cabo una revolución sonora, trae a la música popular cubana una nota de frescura. La propuesta de fusión que realiza el trío bebe directamente en fuentes como el reggae y el rap, pero, como ya apunté, es a la vez respetuosa con nuestra música. Asimismo la asimilación de esos ingredientes está hecha con creatividad y talento, en un repertorio compuesto en su totalidad por los propios integrantes. Todos colaboran en esa labor, aunque hay que decir que el mérito mayor corresponde indiscutiblemente a White, quien firma en solitario siete de los temas y comparte la autoría de otros tres. Hay además un correcto trabajo vocal, que sabe sacar el mejor partido de las posibilidades de cada uno. Deben corregir, eso sí, esa mala costumbre de agregar una ese al pretérito de la segunda persona del singular ("jugastes con mi amor, no sé por qué lo hicistes").

Cubanito 20.02 forma parte del movimiento cubano de reggaeton, rap y hip-hop. Un movimiento en desarrollo ascendente que posee muchas aristas y caras, y del que vale la pena ocuparse. Tema éste muy apasionante y al que prometo volver próximamente.