www.cubaencuentro.com Martes, 12 de abril de 2005

 
Parte 1/2
 
Verena tropical
En 'Somos los que andamos', Marisela Verena logra fundir acertadamente canción protesta y son.
por CARLOS ESPINOSA DOMíNGUEZ, Farmville
 

En Somos los que andamos (Pimienta Records, Miami, 2003), su último disco compacto, Marisela Verena (Pinar del Río, 1951) ha reunido once temas que sirven para que quien no conozca su repertorio se haga una idea de la amplitud y variedad temática y estilística del mismo. Esto lo resume con acierto Carlos Alberto Montaner en unas palabras suyas que aparecen en el folleto que acompaña el disco (se incluye además un breve texto firmado por Zoè Valdés), y que quiero reproducir aquí: "Sus canciones cubren todo el registro afectivo: las hay líricas, dotadas con una dosis de buena poesía; las hay trágicas, dolientes, de quien interpreta con triste fidelidad la pena de un pueblo maltratado; las hay de humor genuino, ese que comienza por reírse de uno mismo".

M. Verena
Marisela Verena (Pedro Portal).

Posiblemente, para quienes no vivan en Miami o en Puerto Rico, el nombre de esta cantautora pinareña no sea familiar. Su música no ha contado con una buena difusión fuera de ese limitado ámbito, aunque aclaro que eso nada tiene que ver con la calidad de sus composiciones: de ello dan sobradas pruebas los once temas de este compacto. Las razones de ello hay que buscarlas, en primer lugar, en esa reticencia de las compañías discográficas para apoyar a los artistas que, a la hora de crear, no tienen como principal prioridad lo que García Lorca llamó "las fauces abiertas de la taquilla". O para decirlo en otros términos, para quienes no escriben temas dirigidos al consumo del público juvenil que se halla entre los doce y los diecisiete años.

A ello hay que sumar, por otro lado, el estigma y la marginación que ha sufrido Verena por su condición de cubana exiliada y, lo que es peor, por su definida toma de partido contra el castrismo. Esa postura ideológica, imperdonable aún para algunos, Verena la ha incorporado a sus canciones y la ha convertido en una invitada permanente de unas cuantas de ellas. La cantautora además es la primera que asume esa condición de cubana y de desterrada: "Extranjera en todas partes, transito con el salvoconducto del orgullo y la rabia. Cuba es mi país portátil".

Todo ello, sin embargo, no le ha impedido desarrollar una trayectoria que supera ya las tres décadas, y que posee como principio rector hacer lo que le gusta, seguir el rumbo que le indica la brújula de la vocación propia. "Es la única razón para estar aquí", expresa ella, "porque pienso que ninguno de estos juegos tiene sentido si no es para crecer. Además, estoy en esto por vocación, no por profesión. Si lo hiciera por dinero, hace rato que lo hubiera dejado. A mí lo que me gusta es pararme frente a la gente y cantar".

Un disco para cubanos

Desde el punto de vista puramente musical, Somos los que andamos es un disco que cualquier persona, sea cubana o no, puede disfrutar. Como intérprete, Marisela Verena posee una voz cálida, agradable, bien educada, así como una dicción cuidada y clara. Hechas como lo son a su medida, esas canciones adquieren un sello personal y auténtico cuando ella las dice, algo en lo cual seguramente influyen los referentes autobiográficos de los que muchas se nutren. No pongo en duda que otros artistas podrán interpretarlas bien, pero no me imagino en otra voz que no sea la suya temas como Son de las cuatro décadas, Nosotros los cubanos o El cuento no era así.

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