Un escritor mexicano denuncia que existe "un teatro montado por Washington para acosar al pueblo cubano". Otro apunta que Cuba es "el único país verdaderamente independiente del imperialismo norteamericano". Un tercero elogia los "alcances sociales" del régimen y llama a extenderlos incluso al primer mundo.
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| De paseo por las nubes. Reinaldo Pagán Ávila. (CUBANART.ORG) |
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Honestidad intelectual. Así le llama un cronista en un periódico oficial cubano a la toma de partido a favor de la situación imperante actualmente en la Isla por parte de mil —la cifra es suya, textual— escritores, artistas, sociólogos, periodistas, científicos y activistas políticos, evidenciada en la firma de un manifiesto titulado Detengamos una nueva maniobra contra Cuba, lanzado al mundo la pasada semana en La Habana.
Todos estos días los medios cubanos han propagandizado la relatoría de los nombres que se fueron incorporando desde diversas partes del planeta al llamamiento hecho público en la habanera Casa de las Américas, en coincidencia nada azarosa con el segundo aniversario de la mayor ola represiva orquestada por el régimen de Fidel Castro contra la oposición pacífica, y a propósito del reinicio de las reuniones en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Entre los que suscriben este documento resaltan varios Premios Nobel: José Saramago, Adolfo Pérez Esquivel, Nadine Gordimer, Darío Fo y Rigoberta Menchú. Y también los cantautores españoles Joaquín Sabina y Luis Eduardo Aute, así como la novelista Almudena Grandes, quienes en más de una ocasión habían mostrado su repudio al tratamiento que en Cuba se da a los derechos humanos.
Quizás las razones menos reprobables en este proceder las encontremos en las declaraciones a la prensa del notable músico italiano Claudio Abbado, también firmante, cuando, con un poco más de contención de lo que habitualmente se escucha, afirmó: "Cuba necesita ser ayudada y no atacada". Pero sus escasas palabras introducen una interrogante: ¿Qué es Cuba para estos hombres y mujeres que van por el mundo robando espacios en la gran prensa? ¿Cuba es un sistema social, un gobernante, un pueblo o los que sencillamente piensan diferente y están hoy silenciados o en las cárceles? ¿Creen realmente que ayudan a esa Cuba con su paternalismo?
Los que piensan que el documento es muy tibio, hecho a la medida de cierta izquierda crítica del socialismo real y de los mecanismos propagandísticos que actualmente impulsa en el exterior el régimen de La Habana para ganar y reafirmar adeptos en su lucha por sobrevivir a la confrontación con Estados Unidos, deberán releer las líneas en las que se anuncia que en Cuba "no ha existido un solo caso de desaparición, tortura o ejecución extrajudicial". ¿Cómo olvidar las secuelas de las UMAP —ese gulag tropical—, la muerte de Pedro Luis Boitel, el hundimiento del remolcador 13 de Marzo con su carga de mujeres y niños, los juicios y ejecuciones sin ningún tipo de garantías que se han reiterado en todos estos años?
Relean también aquellas líneas que piden cambios democratizadores de la ONU, cuando es precisamente el exceso de tolerancia en relación con Cuba y sus flagrantes desacatos de las continuas resoluciones de ese organismo universal, lo que propicia que cada año estén los diplomáticos de la Isla dando pelea con sus discursos bravucones y fundamentalistas en los calientes salones de Ginebra y lleguen a integrar comisiones sobre temas y materias que el régimen jamás ha respetado en política exterior e interna.
En ningún aspecto del llamamiento se refiere la dura situación de un pueblo agobiado por carencias materiales y espirituales que nada tienen que ver con "bloqueos" ni embargos. Por ningún lugar asoma la triste realidad de las cárceles cubanas y los vejámenes a que son sometidos los opositores tras las rejas. Recintos a los que, por cierto, no ha podido llegar todavía ningún funcionario de la ONU, a pesar de las exigencias aprobadas en Ginebra. Tampoco se solicita libertad de expresión o elecciones legítimas o apertura económica que permita salir de la parálisis actual.
¿Puede firmarse un documento que olvide malintencionadamente este trágico cuadro que se vive en la Isla? Mal anda el mundo cuando debe explicarse lo evidente. Está muy lejos lo que tradicionalmente hemos conocido como honestidad intelectual de este censurable ejercicio de ceguera pública.
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