www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
  Parte 2/3
 
La soberanía flotante de Puerto Rico
¿Es nuestra visión de la isla vecina un compendio de los peores síntomas del nacionalismo cubano?
por RAFAEL ROJAS, México D.F.
 

Pero la canción de Milanés es un fragmento textual dentro del largo y ancho discurso nacionalista que, en la historia intelectual de Cuba, se empeña en construir una otredad puertorriqueña. Desde José Antonio Saco hasta Fernando Ortiz, pasando, naturalmente, por Ramiro Guerra, Alberto Lamar Schweyer, Gustavo Pittaluga, José Lezama Lima y tantos otros, Puerto Rico ha sido entendida como una isla antillana o comunidad caribeña: condición que, según esta tradición interesada en colocar a Cuba fuera de un entorno "degradante", se asocia con entidades protonacionales.

La retórica del desprecio

25 de julio: una fecha controvertida en la historia de Puerto Rico
-1898: Desembarcan las tropas norteamericanas.
-1952: Se convierte en Estado Libre Asociado con una nueva Constitución.

A partir de esta matriz simbólica, que establece a Cuba como la única nación plena e, incluso, la única "civilización" del Caribe, sólo equivalente en Hispanoamérica —como decía un necio Lezama en su Coloquio con Juan Ramón Jiménez— a México y Argentina, en la cultura cubana se movilizan múltiples retóricas del desprecio y los más caprichosos signos de extrañamiento.

Se podría ilustrar, fácilmente, el uso político de estas retóricas con el fraternalismo o complejo de hermano mayor que ha caracterizado, durante más de cuatro décadas, a la cultura oficial cubana en su relación con el independentismo puertorriqueño. De más está decir que, al inicio, en ese paquete de estereotipos, el haz y el envés fueron Pedro Albizu Campos, el santo, y Luis Muñoz Marín, el demonio (Arcadio Díaz Quiñones, El arte de bregar).

Pero me voy a concentrar en leer algunas inscripciones de ese discurso en la poesía de Nicolás Guillén, cuya impronta canónica sobre Luis Palés Matos ha sido sobredimensionada debido al mismo síndrome de la "plenitud cubana". Guillén, poeta que la crítica literaria de la Isla consideró, por muchos años, como la voz de la "cubanidad" por su encarnación de la mulatez, llevó a su poesía muchos de los clichés de la política revolucionaria. En una de sus "Coplas Americanas", por ejemplo, así mencionaba a Muñoz Marín: "De Muñoz en Puerto Rico/ Quiero saber/ Por qué dice, siempre dice,/ Dice siempre, dice: yes".

Luego, en su poema "Crecen altas las flores", de factura estalinista e, incluso, maoísta —aunque Mao fuera entonces para Guillén y para tantos intelectuales del comunismo cubano una versión asiática del siniestro Trotsky—, vuelve, sin llamarlo por su nombre, sobre esa caricatura de Muñoz Marín, como "político lacayuno", contraponiéndole ahora la glorificada figura de Albizu, en una perfecta refundición del tema del héroe y el traidor: "Ayudador deglute su inglés y se pasea/ Orondo el sometido criado de vil librea/ Que en Puerto Rico manda, es decir, obedece,/ Mientras la vasta frente de Albizu resplandece".

Hay en Guillén, como ha probado Gustavo Pérez-Firmat, una obsesión higiénica con el castellano que se manifiesta como anglofobia. No sería difícil demostrar que esa aversión le debe tanto a su nacionalismo y su comunismo antinorteamericanos como a una formación latinocéntrica, proveniente, sobre todo, de España y Francia. Desde ese campo referencial, literario y político, la experiencia puertorriqueña era, según Guillén, la historia de una múltiple traición: traición a la lengua, a la cultura, a la raza, a la nación, al legado y al destino.

Fraternalismo, antes y después

El texto que mejor expresa dicha certidumbre es su famosa "Canción Puertorriqueña", poema incluido en La paloma de vuelo popular (1958) y escrito antes de la revolución. Vale la pena reproducirlo ya que, al margen de su vehemencia panfletaria, es un testimonio elocuente de que el fraternalismo tiene un fuerte arraigo en la historia intelectual de Cuba y es, por supuesto, anterior a Fidel Castro:

"¿Cómo estás, Puerto Rico,/ tú de socio asociado en sociedad?/ Al pie de cocoteros y guitarras,/ Bajo la luna y junto al mar,/ Áqué suave honor andar del brazo,/ brazo con brazo del tío Sam!/ ¿En qué lengua me entiendes,/ en qué lengua por fin te podrá hablar,/ si en yes,/ si en sí,/ si en bien,/ si en well,/ si en mal,/ si en bad, si en very bad?

"Juran los que te matan/ Que eres feliz… ¿será verdad?/ Arde tu frente pálida,/ La anemia en tu mirada logra un brillo fatal;/ Masticas una jerigonza/ Medio española, medio slang;/ De un empujón te hundieron en Corea/ Sin que supieras por quién ibas a pelear,/ Si en yes,/ Si en sí,/ Si en bien,/ Si en well,/ Si en mal,/ Si en bad, si en very bad!

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