www.cubaencuentro.com Jueves, 13 de noviembre de 2003

 
   
 
Lo que vale la vida
por LáZARO MORELL, Madrid
 

Como en la anterior, se trata de una canción al compromiso, a un compromiso sin lugar ni fechas, en el que sólo se alude a la solidaridad humana, a la necesidad de hacer nuestros los ajenos padeceres, única forma de que los propios sean, a su vez, compartidos: "La vida no vale nada/ si no es para perecer/ porque otros puedan tener/ lo que uno disfruta y ama".

Es interesante comprobar que no todas, pero muchas de las canciones de Pablo Milanés logran una ambigüedad —entiéndase universalidad y extemporaneidad— que ningún otro cantautor alcanza. Cuando en piezas como ésta, ponemos nombre y apellido a la situación, somos nosotros quienes las localizamos, pues ellas en sí mismas parecen ingenuas y tremendas: un secreto que todos parecemos entender porque aplicamos a ellas nuestros propios contenidos.

Hace más de veinte años, le hice una entrevista a Pablo en la que le pregunté por el final de esta canción: "Y por eso para mí/ la vida no vale nada". "La conclusión es bastante nihilista", recuerdo que le dije. Me miró con esa sonrisa de ángel terrible a la que siempre acude cuando no quiere ser explícito y me preguntó a su vez: "¿Tú crees?".

La vida no vale nada
Pablo Milanés

La vida no vale nada
si no es para perecer
porque otros puedan tener
lo que uno disfruta y ama.

La vida no vale nada
si yo me quedo sentado
después que he visto y soñado
que en todas partes me llaman.

La vida no vale nada
cuando otros se están matando
y yo sigo aquí cantando
cual si no pasara nada.

La vida no vale nada
si escucho un grito mortal
y no es capaz de tocar
mi corazón que se apaga.

La vida no vale nada
si ignoro que el asesino
cogió por otro camino
y prepara otra celada.

La vida no vale nada
si se sorprende a otro hermano
cuando supe de antemano
lo que se le preparaba.

La vida no vale nada
si cuatro caen por minuto
y al final por el abuso
se decide la jornada.

La vida no vale nada
si tengo que posponer
otro minuto de ser
y morirme en una cama.

La vida no vale nada
si en fin lo que me rodea
no puedo cambiar cual fuera
lo que tengo y que me ampara.

Y por eso para mí
la vida no vale nada.

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