La realidad, el reflejo de una sociedad caótica y en crisis que ha instituido una práctica cultural en tanto retórica del prestigio social popular, signo de la especulación del estatus económico de la familia, que se ve obligada a rendir cuentas de su legitimidad frente a la mirada promiscua y evaluadora del vecindario; frente a la rapiña de todos los que observan en el hecho la oportunidad precisa para saciar las apetencias más elementales, y el momento de simulación en el que por unas horas parece olvidarse la precariedad de la existencia habitual.
Travestida de quinceañera
Cirenaica se ha travestido de quinceañera, el recorrido documental que ha seguido durante meses para registrar la sofisticación de una práctica que ha establecido un segmento de mercado y negociación, le ha llevado a descubrir la emergencia de roles sociales y económicos que generan una subcultura de la representación en torno a la fiesta de quince y el kitsch popular.
Maquilladoras, estilistas, costureras, fotógrafos, coreógrafos, etcétera, constituyen la fauna que nutre el bosque encantado de la celebración, donde no falta el remedo teatral de cuentos y fábulas infantiles cuyo centro narrativo es la princesa; ni tampoco el carruaje convertido en coco-taxi, panataxi o "almendrón". Ya se sabe que "a río revuelto, ganancia de pescadores".
De cualquier modo, Sueños húmedos resulta una crónica de un segmento de la sociedad cubana actual que se debate entre la miseria y la esperanza, representa las costumbres seudoburguesas que aún conserva el "hombre nuevo", y que exalta el conjunto de "nuevos ricos" nacidos de las irregularidades económicas de un período de crisis.
Para nadie queda oculto el derroche monetario que existe tras una buena parte de esas festividades, cuantificado en miles de dólares que significan en unos casos un capricho perfectamente posible, en otros, la agonía de millones de mujeres que como madres y adolescentes tratan de alimentar su ego, aunque sea con las migajas de un montaje teatral que convierte su mundo rutinario en el escenario del goce instantáneo.
Esta exposición significa una nueva mirada social y de género en la obra de Cirenaica Moreira, que en este caso se aparta de su habitual poética, más centrada en los alcances estéticos de la imagen fotográfica y el tratamiento del cuerpo femenino como objeto de representación.
La artista vuelve su mirada otra vez hacia el entorno de la mujer, aunque ahora intente repasar las maneras en que se construye el imaginario social sobre la legitimidad del sujeto femenino en la Isla. Penetrar en el universo de los sueños y las aspiraciones de la adolescencia, en un área de restricciones y anhelos, voluntarios o condicionados, contribuye a focalizar un perímetro de la sociedad cubana sumamente problemático y más susceptible de experimentar transformaciones de valores éticos y mecanismos de supervivencia en un contexto difícil. Sueños húmedos viene, quizás, a aplacar la sequía de la realidad diaria. |