www.cubaencuentro.com Viernes, 28 de octubre de 2005

 
  Parte 1/4
 
La otra guerra
Mitos de la revolución cubana: Una investigación destapa las contradicciones entre las guerrillas de Castro y el movimiento urbano.
por ELIZABETH BURGOS, París
 

Sin duda, el libro Inside The Cuban Revolution (Harvard University Press, 2002), de Julia E. Sweig, es un hito en la historiografía de la revolución cubana. Primeramente por tratarse de la primera investigación rigurosa sobre el período previo a la revolución, y por que la autora —y en ello se debe poner énfasis— contó con el raro privilegio de consultar los archivos oficiales cubanos, lo que le agrega a la calidad académica que de por sí ya tiene la obra, un valor adicional.

Cuban revolution

Disponer de fuentes de primera mano —cartas, documentos emitidos por los diferentes actores involucrados—, permitió a Sweig emprender una osada relectura de un período crucial de la historia cubana: el período previo a la toma del poder por Fidel Castro, que abarca del año 1957 al 1959.

No deja de sorprender, sin embargo, la autorización concedida a la autora para consultar los archivos oficiales, pues era previsible que de ello resultaría una interpretación reñida con la versión oficial. La respuesta estaría en que el poder cubano no ignora la capacidad de pervivencia de los mitos: por más objetiva y documentada que ésta sea, difícilmente una investigación científica consiga opacar versiones tan enraizadas en el imaginario colectivo.

Sin embargo, esta relectura resquebraja uno de los mitos más sólidos y enraizados, forjados por la historiografía oficial, cuyo autor es nada menos que el propio Ernesto Che Guevara. Se trata del cuestionamiento del mito más señero que ha conformado la leyenda del castrismo y que adjudica a la Sierra Maestra el monopolio del colapso del régimen de Batista. Sweig intenta demostrar, lográndolo ampliamente, el papel preponderante jugado por la organización clandestina urbana del 26 de julio en el desenlace que culminó el 1 de enero de 1959.

Demostración de alcance considerable, pues cuestiona el mito fundacional sobre el cual se asienta la ideología del castrismo y, por ende, el modelo castrista de toma del poder: el del Ejército rebelde que desde la Sierra Maestra, tras librar una guerra de guerrillas apoyado en una base campesina, logra un triunfo militar rotundo sobre un ejército regular, poniendo así término a la dictadura del general Fulgencio Batista.

Cuestionar la versión oficial significa cuestionar también al que fuera su mayor artífice: Ernesto Guevara de la Serna, quien jugó un papel pionero, no sólo en la simplificación voluntaria de esa historia, sino que la propuso como modelo de inspiración política que debía imitarse. Su papel de historiador oficial tuvo sus inicios en la propia Sierra Maestra, gracias a la costumbre que nunca abandonó de llevar un diario en el que consignaba los sucesos de cada día y que luego le servía de documentación para establecer el relato histórico.

El Llano y la Sierra

Cuando en los primeros tiempos de la revolución Guevara publicó el testimonio de sus experiencias, Pasajes de la Guerra revolucionaria, otorgando todos los méritos del derrocamiento de Batista a los guerrilleros de la Sierra Maestra, la legitimidad que le daba su autoría bastaba para convertir ese relato en una verdad incuestionable: tanto en Cuba como en el resto del mundo.

1. Inicio
2. Luego teorizó...
3. El origen de...
4. Sin mencionar...
   
 
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