AFP/ Miami. Apenas 10 días después de que Miami consiguiera la sede de los Grammy Latinos 2003, la polémica sobre la posible asistencia de artistas residentes en Cuba volvió a surgir en la ciudad, que ya perdió en años anteriores el evento por el temor de los organizadores a protestas contra los participantes de la Isla.
Una resolución municipal, adoptada el pasado jueves, "instó" a los organizadores de los Grammy Latinos a no invitar a artistas de la Isla, debido a la reciente ola represiva contra la disidencia interna.
El concejal Tomás Regalado, que impulsó la resolución, aseguró que "el gobierno cubano debe ser castigado por sus violaciones" de los derechos humanos.
La Academia Latina de las Artes y Ciencias de la Grabación, organizadora de los Grammy, no parece dispuesta a aceptar la sugerencia. "Nosotros celebramos la excelencia de la música independientemente venga de donde venga", dijo la portavoz María Meyer, citada por El Nuevo Herald.
Regalado aseguró que, de no ser aceptada la resolución, intentará que la ciudad de Miami no destine fondos a los Grammy Latinos, si acuden artistas residentes en Cuba.
El alcalde de la ciudad de Miami, el cubanoamericano Manny Díaz, optó por una posición diplomática. Declaró que apoya la resolución, pero que en cualquier caso Miami albergará los Grammy Latinos.
Esas posiciones se adoptaron antes de conocerse el fusilamiento el viernes en Cuba de tres secuestradores de una embarcación de pasajeros.
Miami ya había sido elegida en el 2001 para ser sede de los premios, pero el temor a las protestas de exilados cubanos contra la presencia de artistas procedentes de la Isla provocó a última hora el traslado del evento a Los Ángeles. |