AFP/ La Habana. La cinta española La novia de Lázaro abrió el Festival Internacional de Cine Pobre que se celebra hasta el viernes, en Gibara, Holguín, con la asistencia de 23 países.
Se trata de una película en competencia, dirigida por Fernando Merinero, y cuenta una historia de una inmigrante cubana en Madrid.
"Inspirado en los recursos expresivos reciclados por el célebre movimiento Dogma (cámara en mano, argumento contemporáneo, naturalismo de la puesta en escena, ausencia de rebuscamiento escenográfico, etc.), Merinero vuelve a demostrar que es posible conmover al público, estremecerlo", dijo el crítico Joel del Río.
"Desde estéticas no habituales, como el feísmo hiperrealista", el realizador logra "estéticas que impliquen la no conformidad con las mentiras piadosas y los sonrosados lugares cultivados por el cine comercial al uso", agregó.
También se proyectó el cortometraje norteamericano de ficción Confesiones de un filmalcohólico, de Willard Morgan, una de las figuras más renovadoras del cine independiente norteamericano.
"Morgan suele hablar en casi todos su filmes recientes (también está en competencia su Fever Pitch) sobre la imposibilidad de hacer cine, o de tan siquiera aproximarse a quienes lo patrocinan y distribuyen", dijo Del Río.
En el Festival compiten 14 largometrajes y 22 cortos de ficción; 10 largometrajes y 13 cortos del género documental, ocho piezas de video arte, así como 31 guiones inéditos.
Al Festival asisten también el director norteamericano Peter Callahan, con la cinta Last Ball; el mexicano Fabricio Prada; el ecuatoriano Mateo Herrera; y el actor francés Jean-Pierre Kalfon, entre otros.
Según informaron los organizadores, varios miembros de la Foreign Press Association, de Estados Unidos, que otorga los prestigiosos premios Globo de Oro, estarán presentes en el evento. |