En La neblina del ayer, nueva novela de Leonardo Padura, hay una crónica subyacente de esa violencia "que puede ocurrir en un 'camello', donde van 150 personas con 47 grados de temperatura, después de ocho horas de trabajo, luego de dos horas de espera y uno le pisa un pie a otro", según declaró el autor al diario mexicano La Jornada.

En una situación de este tipo "se puede armar la tercera guerra mundial", agregó Padura, quien explicó que en el libro el personaje de Mario Conde es un hombre desencantado y amargo que ha abandonado la actividad policial desde hace catorce años, y se gana la vida como vendedor de libros de segunda mano.

El hallazgo de una nota de prensa de los años cincuenta, en la que una exitosa cantante de boleros anuncia su retiro en la cumbre de su popularidad, hace regresar a Conde a su verdadera vocación.

La investigación privada que desarrollará, destapará una turbulenta y misteriosa trama que Padura engarza muy inteligentemente en las circunstancias actuales de la Isla.

El novelista expresó que, "por otra parte, está esa violencia que, si bien no llega a ser organizada, es mucho más compacta, orgánica, en determinados barrios y sectores sociales, y que irradia hacia toda la sociedad".

Y que se sintió preocupado por esa "violencia" luego de constatar el cambio de hábitos en La Habana tras una severa crisis económica en los años noventa y que hizo aparecer rejas en las casas, alarmas en los autos y el empleo informal de vigilante nocturno.

"Todo esto tiene que ver, por supuesto, con el empobrecimiento de un sector grande de la sociedad cubana y con una crisis de valores morales, que creo que ha llegado a una espiral ascendente, que es muy peligrosa", aseveró.

Acerca de esta situación, el escritor señaló que se podría debatir, sin ser sensacionalista, quizás en casos "que de alguna manera tienen que provocar una respuesta ciudadana y no solamente policial".

La neblina del ayer, sexta entrega de la saga del ex policía y ahora detective Conde, recoge el acontecer de tres generaciones de cubanos: hay un par de ancianos que representan la generación "a la que los cambios de los últimos tiempos sumió prácticamente en una pobreza absoluta".

Está la de Conde, el protagonista, "que creció con la Revolución, con las esperanzas de que existía un futuro mejor y de pronto ese futuro mejor desapareció".

"Y está la de los que andan entre los 20 y 30 años, que son totalmente heréticos con respecto a cualquier discurso político, a cualquier posibilidad de cambio y que tratan de hacerse la vida de la mejor manera posible, con un pragmatismo que no tiene la generación anterior".

En cuanto a lo que significó la crisis de los noventa para los escritores cubanos, Padura afirmó que fue "muy beneficiosa para el desarrollo de la cultura" en la Isla, porque al crearse una distancia con la industria —casi inexistente en la Isla— los autores ganaron "un espacio de independencia", que los llevó a buscar mercados externos.

Surgió entonces, en su opinión, una obra de "visión compleja, crítica, interrogativa de la realidad, indagativa", que se unió a una diáspora de artistas que por primera vez no se concentran en Miami, sino que radican en México, España, Francia o Italia.

Según Padura, hay una producción artística que ya no se distingue por si está hecha dentro o fuera de la Isla, lo cual, en su opinión, es una ganancia para la cultura cubana.

Sin embargo, es el lector de la Isla quien pierde, pues no siempre puede mantener el contacto con la creación exterior. Es el caso, citó Padura, del historiador Manuel Moreno Fraginals, que publicó fuera "uno de sus libros capitales", Cuba-España, España-Cuba: historia común, el cual no ha circulado en la Isla.

El autor cree que se habla de un boom en la literatura cubana de los noventa porque en esa época irrumpió un puñado de autores que "dan una visión diferente de la literatura cubana y crean una expectativa".

"Esto no había ocurrido en los años anteriores y da la impresión de que hay un gran crecimiento de la novela cubana".

Padura señaló además que han quedado algunas obras importantes, que hay trabajos sobrevalorados y otros poco apreciados. "Pero fue un fenómeno que abrió una expectativa mayor de la que los escritores cubanos pudieron cumplir realmente. La literatura cubana ganó en calidad, ganó en capacidad de indagación y sobre todo en presencia internacional".

Cita en Barcelona

En la tarde de este miércoles, el novelista presentará al público barcelonés su nueva novela.

La actividad literaria se celebrará a las 19:30 horas en la librería especializada en el género policial Negra y Criminal, en el barrio de la Barceloneta, y contará con la presencia de Andreu Martín y Abilio Estévez, presentadores formales de esta nueva entrega de Padura.

La neblina del ayer se ha presentado también este mes en México.