www.cubaencuentro.com Martes, 29 de abril de 2003

 
   
 
Elogio de la perseverancia
Cubanos en Grandes Ligas: El versátil Eli Marrero tiene como meta llegar a la Serie Mundial.
por JORGE EBRO, Miami
 

Tal vez de todo el reducido grupo de cubanos en las Grandes Ligas, ninguno sea mas desconocido que Eli Marrero, pero difícilmente exista alguien que disfrute más el béisbol.

Eli Marrero
Eli Marrero, receptor y jardinero.

Marrero saborea con gusto infinito cada turno al bate, cada atrapada, el mínimo corrido entre las bases. Lo que otros consideran simple rutina, para él es un momento único, irrepetible.

"Se juega con pasión o no se juega", afirma Marrero. "Cada acción es una oportunidad única para dejar una huella en el terreno. Hay que tratar de hacer las cosas bien y aprovechar el tiempo al máximo".

Nadie mejor que él para hacer una declaración más categórica. Luego de un ascenso rotundo en las Ligas Menores —en el preuniversitario formó equipo con Mike Lowell y Juan Álvarez, el primero juega para los Marlins y el segundo estuvo con el Texas y ahora se encuentra en Triple A—, y de un inicio promisorio en la Gran Carpa, un día se despertó con la noticia de que padecía de cáncer de la tiroides.

"Fue un momento muy duro, pero nunca me cansé y siempre tuve la convicción de que saldría adelante", expresó Marrero, quien vio interrumpida su carrera en 1998 a causa de la enfermedad.

"Es algo extraño, pero cuando estás atravesando algo así, es como si revisaras tu vida y vieras lo bueno y lo malo", señaló Marrero. "Definitivamente, cuando salí de todo ese proceso, me convertí en un hombre mejor".

Y en un pelotero superior.

Ya Marrero había sido un estelar en todos los niveles de Ligas Menores, y la revista The Sporting News lo había calificado como "un jugador para no perder de vista" antes de la enfermedad.

Pero tras su rehabilitación, el cubano tuvo una actuación tan destacada que en el capítulo dedicado a San Luis, la Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos lo seleccionó como Novato del Año de los Cardenales.

Versátil como pocos —es receptor y además juega todos los jardines—, Marrero disfrutó de una temporada magnífica en 2002, cuando logró récords personales —promedió para 262, con 18 jonrones y 66 impulsadas— en casi todas las categorías ofensivas.

"Eli es un jugador muy valioso para nosotros, que lo hace todo bien", declaró Tony La Russa, manager de los Cardenales. "Para que se tenga un ejemplo: inició la temporada en el jardín central, luego pasó al izquierdo, más tarde lo utilizamos como receptor, y por último retornó al izquierdo. ¿Quién no quiere tener un hombre así en su equipo?".

Al menos, ya se sabe que La Russa lo desea al ciento por ciento, especialmente para llevar a los Cardenales a un plano superior. San Luis es un equipo habitual en la postemporada, y el año pasado ganó el campeonato de la División Central en la Liga Nacional.

"Pero eso no basta y nuestra meta es llegar a la Serie Mundial", subrayó Marrero, quien nació hace 29 años en La Habana y llegó a los seis a Miami, donde creció y se formó como pelotero, y cuyo verdadero nombre es Elieser.

"Somos un grupo de jugadores de primera magnitud que estamos deseosos de ceñirnos al dedo un anillo de campeón", agregó el cubano. "En el plano personal, sólo puedo decir que me estoy preparando como nunca antes para dar el máximo. En el béisbol todo cuenta. Cada atrapada, cada turno al bate, y el tiempo vale oro".

EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Purgar las penas
JE, Miami
El chileno que fundó el boxeo en Cuba
MIGUEL CABRERA PEñA, Santiago de Chile
El sueño interrumpido
JORGE EBRO, Miami
Los sobrevivientes
JE, Miami
Abran juego
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir