Cuando parecía que José Ariel Contreras se perdía en el silencio, el pitcher cubano ha vuelto a ser noticia en la Gran Manzana, en el momento que los Yankees de Nueva York se aprestan a iniciar el peligroso viaje a la postemporada.
Tras una pésima salida ante los Medias Rojas de Boston, Contreras venció de manera inobjetable a los Orioles de Baltimore y a los Azulejos de Toronto para darle un respiro al mánager Joe Torre, cuando quedan tres semanas para el fin de la temporada regular.
Del cubano, poco o nada se sabía antes de su retorno. El equipo lo había mantenido oculto en su complejo de Ligas Menores desde el 7 de junio, cuando el pinareño fue llevado a la lista de inhabilitados a causa de dolores en el hombro derecho, y esa misma sequía informativa propició muchos rumores sobre su salud.
Sin embargo, Contreras está de regreso con su mejor forma, en el momento más candente de la lucha por la clasificación a los play-offs y en medio de una controversia —aumentada como nunca antes— entre los Yankees y los Medias Rojas, dos equipos que, entre miles de diferencias, también pelearon por ganarse los servicios de Contreras.
En estos casi dos meses que el pitcher ha estado inactivo, los Medias Rojas se frotaron las manos y miraron a los neoyorkinos, no sin cierto desdén de ironía. Ellos pusieron sobre la mesa 27 millones de dólares por el lanzador, pero los Yankees subieron la parada a 32. Ante esta puja, Boston se retiró con otra herida más, entre las tantas que ha recibido desde que comenzara a rodar la llamada "Maldición del Bambino".
La última vez que la ciudad de Boston ganó una Serie Mundial contaba en sus filas con Babe Ruth, pero al traspasarlo a Nueva York en un canje del que todavía se habla, el panorama de las Grandes Ligas cambió por completo y los Yankees comenzaron a florecer y a ganar tantos anillos de campeón como nadie en la historia.
En cambio, Boston ha languidecido —aunque siempre con buenos equipos— en la División Este de la Liga Americana. Los aficionados, los propietarios, la prensa de una y otra ciudad no pierde oportunidad de añadir leña al fuego en esta rivalidad. Contreras es la última pavesa en esta hoguera de las vanidades.
Igualmente, es una presión más que tendrá que soportar el cubano. Ya El Duque puso el rasero bien en alto con tres anillos de campeón y una actuación más que sobresaliente en la postemporada. Contreras tendrá que demostrar que está apto para rendir al más alto nivel. |
