Aquellos maravillosos Marlins que vencieron en la Serie Mundial de 1997 —aquel equipo en que un inspirado Liván Hernández gritó su entrañable "I lobiu Mayami" que le dio la vuelta al mundo cubano—, fue un conjunto reunido a base de talonario que, el día después de la victoria, fue desintegrado: Gary Sheffield, Kevin Brown, Al Leiter y varios más; todas sus estrellas empacaron sus bultos y tuvieron que irse con su música de guantes y bates a otras ciudades, una vez alcanzado el objetivo para el que habían sido traídas a la Florida: ganar un título.
Los actuales campeones mundiales, en cambio, son una proeza de "apenas" 50 millones de dólares, llevada a cabo por el actual Manager General del equipo, Larry Beinfest, y el dueño de la franquicia, el señor Jeffrey Loria.
A la sombra de las grandes adquisiciones de la última pretemporada, donde equipos como los Cardenales de San Luis y los Piratas de Pittsburg lograron armar verdaderas novenas de miedo, Beinfest y Loria se dedicaron a tejer lo que probablemente haya sido el conjunto mejor equilibrado de la recién finalizada temporada.
Hoy, el resultado salta a la vista: un línea central explosiva, con el boricua Pudge Rodríguez detrás de la goma (quizás la única gran adquisición antes del comienzo de las acciones), la combinación de doble play formada por el shortstop Alex González y el camarero Luis Castillo; más el jardinero central Juan Pierre; cierto poder impulsor en las esquinas, con Mike Lowell, Miguel Cabrera, Juan Encarnación y Jeff Conine; una joven y eufórica rotación de abridores encabezada por Josh Beckett, secundado por Brad Penny, Mark Redman, Carl Pavano y Dontrelle Willis; y un eficiente cuerpo de relevistas comandados por la tardía adquisición del venezolano Ugueth Urbina.
Sin dudas, el gran reto de la directiva del equipo será mantener al menos a la mayoría de los jugadores que durante el invierno se convertirán en agentes libres, además de incorporar a otros que no alteren la química formada alrededor del veterano piloto Jack McKeon.
Por ahora Loria le ha prometido a los fanáticos del sur de la Florida que podrán seguir viendo béisbol de calidad la próxima temporada.
Hasta entonces, una visión estadística de estos Peces que, inesperadamente y tumbando a los mismísimos Yankees de Nueva York, se llevaron el gato al agua en este 2003.
Ofensiva |
Lanzadores |
Promedio de Bateo |
Juegos Ganados |
Luis Castillo |
315 |
Brad Penny |
14 |
Juan Pierre |
305 |
Mark Redman |
14 |
Iván Rodríguez |
297 |
Dontrelle Willis |
14 |
Jonrones |
Promedio de Carreras Limpias |
Mike Lowell |
32 |
Josh Beckett |
3.04 |
Derek Lee |
31 |
Dontrelle Willis |
3.30 |
Juan Encarnación |
19 |
Mark Redman |
3.59 |
Impulsadas |
Entradas Lanzadas |
Mike Lowell |
105 |
Carl Pavano |
201 |
Juan Encarnación |
94 |
Brad Penny |
196 |
Derek Lee |
92 |
Mark Redman |
192 |
Hits |
Juegos Salvados |
Juan Pierre |
204 |
Brandon Looper |
|
Luis Castillo |
187 |
Ugueth Urbina |
6 |
Juan Encarnación |
162 |
Miguel Tejera |
2 |
Bases Robadas |
Ponches |
Juan Pierre |
65 |
Josh Beckett |
152 |
Luis Castillo |
21 |
Mark Redman |
151 |
Derek Lee |
21 |
Dontrelle Willis |
142 |
|