www.cubaencuentro.com Jueves, 13 de noviembre de 2003

 
 
 
Corazón partido
Los play-offs de las Mayores hacen el milagro de olvidar por estos días la tragedia alimentaria, el escaso dinero y las prohibiciones del gobierno de ver en la Isla los partidos por televisión.
por IVáN GARCíA, La Habana
 

Los fans del béisbol están con el corazón partido. En la Isla, en este octubre caluroso y aburrido, los amantes al deporte de la bola y los strikes se han colgado el radio a la oreja como si fuese un arete, y a pesar de la terrible interferencia que el gobierno de Castro coloca a la señal de Radio Martí, los aficionados siguen los partidos de la postemporada de las Grandes Ligas, a como de lugar.

J. Ariel Contreras
Pitcher José Ariel Contreras.

Y son muchos. Sus pasiones también están divididas. Por tradición, y quizás oportunismo beisbolero, desde mediados del siglo XX la mayoría de los fans apuestan por los Mulos de Manhattan. Claro, los Yankees siempre han sido un trabuco, y por ende, el club más ganador de las Mayores. Además, desde 1998 militó en la novena de la Gran Manzana el formidable pitcher habanero Orlando Duque Hernández, una personalidad tan famosa en la Isla como la orquesta Los Van Van o el fallecido cantante Polo Montañez. Ahora, a pesar de que El Duque no tira las serpentinas con los Yankees, en esta versión otro cubano, el pinareño José Ariel Contreras, está en el stand de los Mulos. Y ya se conoce que Pepe Ariel era el pitcher número uno en Cuba.

Otro equipo que enamora en el verde caimán son los Marlins de la Florida. Por aquello de que allí viven dos millones de los nuestros y porque en 1997, siendo un bebé de sólo cinco años de nacido en Grandes Ligas se llevó la Serie Mundial; y un cubano, Liván Hernández, besó la gloria y fue MVP, es decir, el jugador más valioso de aquella inolvidable postemporada.

Como olvidar los días de locura, cuando los fanáticos pagaban diez dólares (200 pesos), el salario mensual de un obrero, para ver por parabólicas piratas el tremendo duelo de pitcheo entre Liván y Greg Maddux, el as de los Bravos de Atlanta, donde Hernández derrotó al varias veces Cy Young y propinó 15 ponches a sus contrarios. La Habana fue Florida por esos días, y cuando Edgar Rentería sonó cohete de hits por el centro del terreno, que dejó tendido a los Indios de Cleveland y los Marlins se alzaron con la corona, aquí, en la Cuba de Castro, con censura y escasez por arroba, se celebró con ron peleón y guaracha toda la noche. Por eso los fanáticos están con el corazón partido.

Entre los Yankees y los Marlins anda el juego. También algunos apoyan al Boston de Pedro El Grande o a los Cachorros del toletero Sammy Sosa.

Pero son mayoría los que hinchan por Nueva York y Florida. A pesar de que el domingo 12 de octubre comienza en Cuba la Copa Mundial de Béisbol, en la Isla la fiebre ahora es por los play-offs de la Gran Carpa. Desde que Radio Martí, en la voz de Edemio Navas y el ex pelotero de las Mayores Orlando El Guajiro Peña, arranca con la cartelera beisbolera, la gente se ata a la radio hasta después de pasadas las 11 de la noche. Al día siguiente, los fans discuten desde muy temprano en esquinas y parques las incidencias de los juegos.

Por estos días de octubre, en Cuba el béisbol hace el milagro de olvidar por un tiempo la poca comida, la escasa plata y las prohibiciones del gobierno de ver los partidos por televisión. Y eso el fanático se lo agradece a Radio Martí.

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