www.cubaencuentro.com Jueves, 13 de noviembre de 2003

 
 
 
El último partido
por REDACCIóN EER, Madrid
 

Mucho antes de que la primera bola del último partido de la Serie Mundial fuera lanzada el pasado sábado por la noche en el Yankee Stadium, el piloto de los Marlins, Jack McKeon, tomó la más arriesgada de las decisiones que a la postre le dieron la victoria: sacar al montículo a su lanzador estrella, Josh Beckett, con sólo tres días de descanso.

Si las cosas hubieran salido mal, sólo un milagro podría haber hecho ganar a los Marlins el domingo por la noche, en el Bronx, con la serie empatada a tres victorias por bando. Pero las cosas salieron bien.

El joven Josh Beckett lanzó el segundo juego completo de su incipiente carrera —el primero fue una lechada en la final de la Liga Nacional contra los Cachorros de Chicago—, permitiendo apenas cinco imparables y blanqueando a los Yankees en un partido que terminó dos a cero.

Durante las últimas cinco postemporadas, los abridores que habían salido a lanzar con tres o menos días de descanso, en 37 partidos, tenían récord de 6 victorias frente a 20 reveses, y trabajaban para un desastroso promedio de 5,93 carreras limpias permitidas por cada nueve entradas.

¿Pero para qué está la juventud si no es para desafiar el poder de la tradición y descreer de las estadísticas?

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Durante tres años de carrera, Beckett había compilado una foja de 17 victorias y 17 fracasos, con un promedio de 3,32 limpias por juego. Frente a él, el sábado, estaba el estelar zurdo Andy Pettitte, no sólo todo un veterano con 149 victorias, fruto de 9 años de estancia con los Yankees en las Mayores, sino el máximo ganador en la historia de las postemporadas, con 13 triunfos.

Durante el primer tercio de juego, tanto Beckett como Pettitte sólo permitieron dos imparables cada uno. Sin embargo, en el inicio del quinto inning, el torpedero venezolano de los Marlins, Alex González, conectó un hit con dos outs; avanzó a la intermedia por un sencillo de Juan Pierre y anotó tras otro de Luis Castillo.

Los Yankees intentaron responder en la parte baja del capítulo con un sencillo del jardinero mexicano Karim García, quien avanzó a segunda con toque de sacrificio del antesalista Aaron Boone. Sin embargo, Beckett dominó al dominicano Alfonso Soriano con fly al cuadro y ponchó a Derek Jeter para dejar a García anclado en segunda.

Fue precisamente un error del capitán Yankee, Jeter, quien le abrió las puertas a la segunda carrera de los Marlins en la entrada siguiente. Tras la pifia —que puso en circulación a Jeff Conine, el cubanoboricua Mike Lowell recibió la base por bolas y Derek Lee tocó la pelota, aunque Lowell fue puesto out en segunda.

Entonces, con corredores en las esquinas, el dominicano Juan Encarnación conectó un elevado al jardín derecho que remolcó a Conine, dándole a los Marlins la ventaja de 2 a 0 que a la postre sería definitiva.

Los Yankees trajeron en la octava entrada al estelar cerrador panameño Mariano Rivera, pero sus problemas no eran de pitcheo, sino al bate. Josh Beckett —quien se alzó con el trofeo de Jugador Más Valioso de la serie— los amarró cortico, propinándoles nueve ponches y no permitiendo que ningún Yankee alcanzara la tercera base hasta el octavo inning.

Con esta soberbia actuación, Beckett le dio a los Marlins su segundo campeonato en los apenas diez años de historia de la franquicia, y dejó enmudecidos a más de 55.000 aficionados en el Yankee Stadium.

En un final digno de Hollywood, fue el propio Beckett quien atrapó la última pelota del partido y puso out al cubanopuertorriqueño Jorge Posada.

Entre los latinos, por los Marlins actuaron los dominicanos Luis Castillo, de 5-1 con una remolcada; y Juan Encarnación, de 3-0 con una empujada; los puertorriqueños Iván Rodríguez, de 3-1; y Mike Lowell, de 3-2; y los venezolanos Miguel Cabrera, de 4-0; y Alex González, de 4-2 con una anotada.

Por los Yankees intervinieron el dominicano Alfonso Soriano, de 3-2; los puertorriqueños Bernie Williams y Jorge Posada, ambos de 4-1; y Rubén Sierra, de 1-0; y el mexicano Karim García, de 3-1.

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