Transcurrida más de una veintena de juegos en la presente temporada cubana de béisbol, el equipo Habana lo está bordando. La Habana, un equipo sin historia en la pelota nacional después de 1959, representa desde 1978 —con la nueva división político-administrativa del país— a la provincia Habana, una extensa zona de 19 municipios en las afueras de la capital y con muchas tierras cultivables.

Lanzador habanero José Ibar, proscrito por Castro.

La novena habanista siempre se ha destacado por los toleteros de largo alcance, como Romelio Martínez, un fornido bateador de la década de los noventa que conectó 370 jonrones y tiene la mejor frecuencia jonroneril en la pelota local, con un vuelacerca cada 12,7 turnos al bate.

A los conjuntos de "Habana campo" —como se le conoce en la Isla— siempre le han sobrado ofensiva pero le han faltado defensa y pitcheo, y sobre todo saber jugar bien el béisbol. En sus filas militó uno de los mejores pitchers cubanos de los últimos 10 años —para muchos, el número uno por encima de Contreras y Maels Rodríguez—, el diestro José Ibar, un lanzador imbateable, con rectas de 97 millas.

Pero Ibar está inhabilitado de jugar pelota por el régimen de Castro por intentar abandonar el país. Entonces, tras la ausencia del fenomenal pitcher, sumada a la del segunda base Oscar Macías, su mejor bateador, también acusado de querer emigrar al Big Show, el equipo habanero navegaba en la mediocridad. Era una comparsa en que todos arrollaban.

Nada tiene que ver esta Habana con aquellos míticos Leones de La Habana, de la pelota profesional cubana, antes de 1959. Estos jamás han ganado un título nacional representando a su provincia. Eso sí, tienen una buena cantera, pues en categorías juveniles y escolares poseen equipos temibles. Para los expertos, era un enigma cómo después se malograban sus numerosos talentos.

Los números no mienten

Pero este año, Esteban Lombillo, un director técnico que ha trabajado precisamente en la categoría juvenil habanera, tomó las riendas del equipo grande y realizó una preparación de primera. Y aquí están los resultados. La novena habanista ha ganado18 juegos con sólo cuatro derrotas. Una rotación de abridores cargada de puro talento: Yonder Martínez, Yulieski González y un par de pitcher jóvenes de 20 y 18 años que pintan para estrellas, Kenny Rodríguez y Yadiel Pedroso.

Todos tiran buenas bolas quebradas y rectas de más de 92 millas. Además, tiene un bullpen excelente, con un taponero de lujo como José Ángel García, quien, poseedor de una de las mejores sliders de nuestro béisbol, ha permitido que el Habana intente hacer historia. Su nómina de bateadores no asombra. Pero hay algunos jóvenes que descuellan, como es el caso de Juan Carlos Linares, de 20 años, jardinero central, que parece estar en su temporada consagratoria.