Tony La Russa tiene una pregunta difícil por delante. El manager de los Cardenales de San Luis debe escoger al abridor para el próximo Juego de las Estrellas en las Grandes Ligas y contempla por delante cuatro opciones.
La Russa, que ganó el mando del combinado de la Liga Nacional al guiar a los Cardenales al título del viejo circuito el año pasado, pudiera elegir a Chris Carpenter, el puntal de la rotación de los Pájaros Rojos, que ha sido un ganador consistente dentro de una organización sólida.
Viejo conocido de la afición cubana por su participación en aquellos equipos estadounidenses de los años ochenta —al igual que Tino Martínez—, Carpenter podría disfrutar de una leve ventaja en el favor del manager que lo ve actuar más a menudo, pero eso no bastaría.
La Russa no puede obviar sus otras tres opciones: el lanzador de los Marlins, Dontrelle Willis, el legendario lanzador de los Astros de Houston, Roger Clemens, y el as cubano de los Nacionales de Washington, Liván Hernández.
En especial, todos los expertos parecen dividirse entre estos dos últimos y al piloto de los Cardenales no le quedaría otro remedio que escuchar la voz de sus iguales y de los aficionados.
Si los Marlins aún se mantienen con vida en la carrera por los play-offs se debe en un 90 por ciento al risueño lanzador que todos conocen como el Tren D, a causa de sus movimientos impresionantes y sostenidos.
Willis es el actual líder en lechadas y juegos completos en la Liga Nacional. Ha Ganado 13 desafíos con apenas tres derrotas y su efectividad es magnífica: 1.89 cada nueve entradas de actuación.
De continuar su impresionante paso, Willis podría convertirse en el primer lanzador en la historia de los Marlins en conquistar 20 triunfos en una campaña, una cifra que es respetada como uno de los máximos indicadores de calidad.
Devorador de entradas
Pero si Willis disfruta de una primera mitad impresionante, Liván no se queda atrás.
El cubano se ha revelado como el lanzador más consistente de los últimos años y va camino de alcanzar los 200 innings por quinta ocasión consecutiva.
En medio de una época donde las lesiones de los pitchers están a la orden del día, Liván no ha ido nunca a la lista de inhabilitados y se le conoce como un devorador de entradas. Recientemente, lanzó más de 150 envíos en un juego, cuando la mayoría de los serpentineros a duras penas rebasa el centenar.
Además de Liván, otros dos cubanos, Kendry Morales y Yuniesky Betancourt, también asistirán a un choque estelar, pero al de las Estrellas del Futuro, que tendrá lugar dos días antes del partido principal y donde se verá en acción a los principales prospectos de las Ligas Menores.
El hecho de que hayan sido escogidos resulta un espaldarazo a sus carreras. Betancourt podría ser uno de los infielders que rejuvenecería a los envejecidos Marineros de Seattle, que casualmente acaban de despedir al veterano camarero Brett Boone.
Por su parte, Morales ha dado muy buena impresión a los Angelinos de Los Ángeles y se le considera seriamente en los planes del equipo para la venidera temporada.
De cualquier forma, la semana que rodea al Juego de las Estrellas no pasará sin un sabor cubano, por mínimo que sea. |
