www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
  Parte 7/8
 
126 libras de chocolate
Eligio Sardiñas Montalvo: De campeón mundial de boxeo a una vida sin Esperanza.
por ELISEO ALBERTO, México D.F.
 

Sugar Ray Robinson le tiende un cheque en blanco, ya firmado.

— Sé que no ha tenido suerte. Ayer me enteré que estaba en Nueva York. Leo los periódicos en las mañanas. Llamé a Gavilán y me dijo dónde encontrarlo. Desde aquel día...

— ¿Dices que nevaba?

Sugar Ray Robinson
Sugar Ray Robinson.

— Caía una cortina de nieve... Usted andaba en un Cadillac color platino.

— Dieciséis cilindros, descapotable. Aún lo conservo. No camina. Me lo han querido comprar pero hay cosas que no se venden. También hay cosas que no se compran.

— Escriba la cifra que quiera y mañana cobra el cheque, a primera hora.

Chocolate recorre el despacho. Arrastra los pies.

— El cabaret es de primera. Me recuerda uno que solía visitar en París. Odio París. Tus bailarinas son más lindas que las francesillas... Huelen a... ¿a qué huelen? A piedras preciosas, si fuera posible un aroma así...

— Todo esto es mío, gracias a usted.

— Las peleas las ganaste tú, no yo.

— Soy rico.

— Se nota. Cuidas la imagen.

— Desde aquel consejo le estoy en deuda. Déjeme pagarla, ahora que todavía puedo.

— De ninguna manera.

— No sea soberbio.

— Ya me acuerdo. 126 libras de chocolate. Esta gorra me la regaló una amiga de Greta Garbo, el día del estreno de El beso. Cubana ella. Digo, la amiga de Greta. Me la ganó. Se llamaba Mercedes. Soy como soy.

Sugar Ray Robinson destapa su pluma fuente, punto de oro.

— Lo dejo solo. Escriba un número. Cualquiera.

Chocolate sonríe.

— Hagamos una cosa —dice—. Algo más simple, campeón. Si me pides otro whisky a las rocas, de malta, como el que me enseñó a beber Jack Kid Berg, liquidas tu cuenta pendiente. Luego me devuelves la gorra y seré yo quien te quede en deuda, artista.

Cuando Kid Chocolate abandona el cabaret, un golpe de aire caliente abofetea su cara y le hace perder el equilibro. "Carajo, estoy mareado", le escuché quejarse. Se apoyó en el respaldo de una silla. En La Habana de aquel 1988 también hacía mucho calor. Yo le ofrecí otro trago de aguardiente.

— ¿Se siente mal? —dije.

— Total, se me perdió la gorrita. Soy un berraco.

— No diga eso.

— Debí haber escrito una cifra de cinco ceros. O de seis. El cheque tenía letras doradas.

Me hizo gracia el comentario.

— Regresé a La Habana, después de la derrota de Gavilán. Desde entonces, apenas he salido de esta casa. No tengo amigos ni mujer ni nada —dijo.

— ¿Y qué ha sabido de su novia?

Chocolate se sacudió un escalofrío.

— Te dije que no tengo mujer. ¿Estás sordo?

— La muchacha de la foto. La que besó en el cuarto. ¿Qué pasó con ella?

Chocolate demoró medio siglo en responderme —medio siglo y cinco años, para ser preciso.

— ¡Ah!... Hace poco nos encontramos, después de cincuenta y cinco años. En la guagua. La ruta 22, que llega a La Lisa. Estaba igualita. Un poco más gorda, pero linda cantidad. De tranca. La reconocí enseguida. Iba en el fondo. Atrás. Ella también me reconoció. Cruzamos miradas entre las nucas de los pasajeros, a pedazos: la nariz, la oreja, la clavícula, su risita. Avancé como pude. Permiso. Permiso. Gracias. Muy amable. Ya la tenía a tiro, cuando se bajó en la siguiente parada. Yo me quedé arriba, sujeto al tubo. Encaramado. Me miró desde la acera. Qué ojos. Verdes, verdes. El corazón me latía. La puerta se cerró. Seguí a bordo. Por la ventanilla del fondo, la miré y miré y miré hasta que se puso chiquita al final de la calle, enanita. Al carajo y la vela. Lo que pasó, pasó. Agua que no has de beber, déjala correr... Jaja. Canto horrible.

1. Inicio
2. II...
3. Back Bill, vencedor...
4. IV...
5. V...
6. VI...
7. Sugar Ray Robinson...
8. No lo entiendo...
   
 
RegresarEnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Batalla sin tregua
JORGE EBRO, Miami
Sin perder las esperanzas
JE, Miami
Crecen las sospechas
Por la puerta grande
Pánico en Washington
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir