AFP/ La Habana. El veterano jardinero Javier Méndez González, de 38 años, acaba de imponer un nuevo récord en el béisbol cubano al conectar el doblete 367 de su larga carrera atlética de casi 20 años.
La anterior marca, 366 batazos de dos bases, estaba en poder del ahora jubilado Antonio Pacheco, quien en la actualidad juega en equipos profesionales de la liga japonesa, autorizado por la Federación cubana del deporte.
Nacido en Ciudad de la Habana, 1,74 m de estatura y 84 kg de peso, Méndez viste la franela azul del equipo Industriales, muy renovado en los últimos años, y donde es ahora "algo así como el último guerrero" de una vieja generación, según dijo.
Méndez ha tenido una carera "llena de tropiezos, de lesiones, enfermedades, injusticias", según explicó a la prensa, por lo que el récord tiene más valor personal.
Ejemplificó con el accidente de la pasada serie nacional, cuando estaba bateando para un promedio de 350, con 10 cuadrangulares y 40 carreras impulsadas. Un lanzamiento de 94 millas por hora del "supersónico" Mael Rodríguez, "un pitcher a quien yo quiero mucho", le fracturó una mano, lo que significó el fin de la temporada.
Sobre su retiro, Méndez dijo: "no me hago ilusiones. El tiempo es inexorable, no perdona. Este es, además, un deporte duro que exige reflejos. Y hay mucha juventud empujando con una fuerza terrible".
La mayoría de las estrellas cubanas de la pelota se quedan en el deporte después de su retiro, pero Méndez tiene otros planes.
"No creo que me quede a dirigir o enseñar a jugar pelota, que es algo grande. Yo me presenté a un diplomado de periodismo, pero me dijeron que debía estudiar a tiempo completo y no pude por los compromisos con el equipo. Es casi seguro que cuando me retire lo haga. También quiero aprender computación y perfeccionar el inglés", señaló. |