www.cubaencuentro.com Jueves, 20 de marzo de 2003

 
   
 
Ser o no ser
A la tercera no va la vencida para un grupo de peloteros cubanos que, procedente de las Series Nacionales, aún no triunfa en la Gran Carpa.
por ALBERTO ÁGUILA, Miami
 

El viejo aforismo "a la tercera va la vencida" parece que no existe para un grupo de peloteros cubanos procedente de las Series Nacionales y que está ahora en los campamentos de entrenamiento en busca de otra oportunidad para establecerse en Grandes Ligas.
Adrián Hernández
Lanzador Adrián Hernández.
Llegar de un circuito inferior, como el de la Isla, y encaramarse en la pelota de las Mayores, no es tarea fácil. No todos tienen las facultades extraordinarias de un as como El Duque Hernández, que llegó con un arsenal de condiciones para establecerse de la noche a la mañana.

Entre los que han tenido varias posibilidades, pero no han podido permanecer en la catedral beisbolera, aparecen Jorge Luis Toca, Osvaldo Fernández, Ariel Prieto, Adrián Hernández y Edil Oropesa. Pudiera ser la última ocasión en que los dueños de equipos se fijen en ellos para conformar sus novenas, aunque siempre han existido peloteros que cuajan después de flotar por varios años en las Ligas Menores.

Toca, uno de los jugadores más completos de las contiendas de la Isla en la década anterior, ya estuvo en tres ocasiones con los Mets de New York; su desempeño ofensivo ha sido tan débil que lo bajaron de categoría, sin que impresionara en Triple A. En su trayecto por la Liga Nacional ha ido 27 veces al bate con sólo 7 hits y promedio de 259, demasiado poco para un hombre que se consideraba podría ser el sustituto de John Olerud o de Mo Vaugh. Fernández, un inteligente tirador, va por cuarta ocasión a buscar un puesto desde que debutó con San Francisco en 1996. Su primera temporada fue aceptable: terminó la lid con 7 victorias y 13 fracasos, pero en la segunda su maltrecho brazo no le acompañó. No actuó a tiempo completo y se quedó con 3 ganados y 4 perdidos. No fue hasta 2000 que el Cincinnati le llamó, y tuvo una breve incursión con resumen de 4 ganados y 3 perdidos. Su dolencia volvió a manifestarse y en 2001, con la misma franquicia, cerró a media campaña con 5 triunfos y 6 descalabros. Ahora, de nuevo el Cincinnati le ha llamado.

Algo similar le ocurre al también diestro Ariel Prieto. Llegó al Big Show con el brazo lastimado y, no obstante, se las ha arreglado para acumular 15 éxitos con 24 derrotas para el Oakland, entre 1995 y 2000. Adquirido por el Tampa Bay en 2001, no pudo rehacer su carrera por los mismos motivos. El Pittsburgh le tiene en fase preparatoria.

Otro pelotero que va a una tercera vez es El Duquecito Hernández, que obtenido por el "abarcalotodo" equipo de los Yankees no ha podido hacerse justicia; llegó en 2001 y se fue rápidamente de la rotación, con 3 perdidos sin conquistas. En la temporada pasada falló uno sin ganar. En cuanto al zurdo Edil Oropesa, el de menos facultades del quinteto pero el más perseverante, va también a una tercera incursión. Utilizado por el Arizona exclusivamente para actuar frente a bateadores de su mano, estuvo acertado en 2001 con un triunfo sin revés, y 2 y 0 al año siguiente, con un promedio de carreras limpias demasiado alto (actúa para 7.92 en 44,1 episodios).

Llegar y no convencer en Ligas Mayores le ha ocurrido a toleteros jerarcas como Rocky Nelson, sublimado por los fanáticos criollos, que le recuerdan como el mejor bateador norteamericano que desfiló por la Liga Cubana en la década de los 50. Jugó 9 años en Grandes Ligas y nunca mostró sus potencialidades. Finalizó con desganado promedio de 249. Ahora, estos cubanos están de invitados en la Liga de la Toronja, en la encrucijada de ser o no ser.

EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Panorama del Big Show
AÁ, Miami
Contreras, Matsui y demás implicados
Próximos pasos
Pronósticos
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir