www.cubaencuentro.com Jueves, 20 de marzo de 2003

 
   
 
Panorama del Big Show
La temporada 2003 de las Ligas Mayores ya tiene actores y metas que la diferencian de las anteriores.
por ALBERTO ÁGUILA, Miami
 

El inicio de la temporada de Grandes Ligas está al doblar de la esquina y esta edición no se parecerá en nada a la de 2002, como esa tampoco se asemejó a otras, y es que cada campaña tiene su sello de distinción con aspectos sobresalientes que adornan nuestro pasatiempo preferido.

Roberto Alomar
Boricua Roberto Alomar, de los Mets de Nueva York. A 38 robos de llegar a 500.

Algunos torneos perduran por tiempo indefinido en la memoria de los seguidores de la pelota, generalmente por hechos individuales o colectivos muy marcados que los diferencian. Por citar ejemplos, la contienda de 1999 se caracterizó por la pugna de jonrones entre Mark McGwire y Sammy Sosa, y la anterior, por el intento de ambos en la búsqueda de romper el récord de 61 cuadrangulares para una lid, lo cual motivó que el mundillo beisbolero estuviera día tras día al tanto de esos acontecimientos.

En contraposición, la de 2002 se fue sin penas ni glorias, salvo el hecho de que dos aspirantes sin pretensiones descabezaran a los presuntamente nominados y se fueran a la Serie Mundial.

La justa que comenzará en breve tiene varios incentivos que acapararán una atención total desde que se dé la voz de play ball, como el hecho de que Barry Bonds se ha situado a la caza del tercer lugar entre los máximos productores de batazos de cuatro esquinas y cada bambinazo que conecte será seguido con verdadero interés. Ese puesto estuvo reservado desde 1973 para Willie Mays, retirado con 660. Pasaron 30 años para que alguien pudiera situarse en víspera de alcanzarle y como quiera que el jardinero del San Francisco ha estado repartiendo palos de largo metraje en las tres últimas contiendas, no es de dudar que pueda alcanzar ese privilegiado escaño.

Por otra parte, Sammy Sosa, el extraordinario bateador dominicano, está a una sola conexión de entrar en el selecto grupo de los que han disparado 500 batazos sobre las bardas; en tanto, el silencioso Rafael Palmeiro también será noticia de encabezamientos ya que le faltan 10 vuelacercas para incluirse en el mismo grupo del quisqueyano. Además, el cubano también está en pos de arribar a 1.600 carreras impulsadas, marca a la que debe llegar mucho antes del mes de julio pues sólo le faltan 25.

Pero no serán solamente estos poderosos bateadores los que engalanen el panorama del Big Show. También excelentes lanzadores buscarán metas ambiciosas que sólo acompañan a los grandes. Randy Johnson debe llegar a los 3.000 ponches. Cifra de espanto que debe sobrepasar sin saberse a ciencia cierta hasta dónde llegará el zurdo de bola explosiva.

Rogers Clemens perseguirá a los del distinguido club de quienes han ganado 300 juegos en Ligas Mayores. Pedro Martínez, otro de los grandes tiradores de esta era, anda rondando a los que han dejado a 2.500 con la carabina al hombro, y como quiera que él reparte unos 280 ponches por año, lo más probable es que cumpla ese cometido.

Entre los que también serán tema de comentarios aparece un jugador que no es jonronero ni es pitcher, se trata del puertorriqueño Roberto Alomar, a quien le faltan 38 bases robadas para instalarse en el grupo de los que archivan 500 estafas.

El campeonato de 2003 será distinto. Más que las actuaciones colectivas de los equipos, impredecibles para los expertos, el campeonato venidero ya tiene actores y metas que lo diferencian de otros.

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