www.cubaencuentro.com Martes, 29 de abril de 2003

 
   
 
Lo que queda en familia
'El Duque' y Liván Hernández pueden integrar un selecto club: El de los hermanos que han actuado, durante una temporada, en un mismo equipo de Grandes Ligas.
por ALBERTO ÁGUILA, Miami
 

Basta con que lance un inning, y menos también. Si El Duque Hernández —que no ha actuado por padecer de tendonitis— logra sacar un out desde el box del Montreal, entrará, junto a Liván, en el selecto grupo de hermanos que han sido pitchers durante una temporada en un mismo equipo de Grandes Ligas. Constituyen el único dúo de
Liván Hernández
Liván Hernández contra los Bravos de Atlanta.
consanguíneos con buenos resultados de postemporada en la historia de Grandes Ligas. La cifra entre ambos se eleva a 15 ganados y sólo 5 perdidos, con 9 victorias y una derrota para el mayor, y 6 y 2 para el menor.

Los traslados inesperados de los Hernández a la novena canadiense han rememorado a la primera pareja de hermanos cubanos en la Gran Carpa: fueron los jardineros Merito y José Acosta, quienes jugaron en el Washington de la Liga Nacional. Merito se desempeñó entre 1913 y 1918, y José llegó en 1920. Años después, arribaron Roberto y Oliverio Ortiz, y posteriormente Carlos y Camilo Pascual.

Más de 180 duetos de este tipo se desempeñaron en diferentes períodos del Big Show, y sobresalen también ocho tríos, un quinteto y un cuarteto. Entre los famosos pares que han sido serpentineros, aparecen los dominicanos Ramón y Pedro Martínez, que en dos oportunidades vistieron el mismo uniforme. Ramón ingresó en los Dodgers en 1988, y Pedro cuatro años más tarde, pero en 2002 coincidieron en los Medias Rojas de Boston. Alan y Andy Benes pertenecieron a los Cardenales de San Luis entre 1996 y 1997; y Gaylor y Jim Perry igualmente con el Cleveland.

Los pioneros fueron Dizzy y Paul Dean. Dizzy, autor de la fantástica hazaña de tirar dos juegos seguidos de cero hit-cero carreras en la Gran Carpa, militó en los Cardenales de 1930 a 1937, y Paul en 1934. En esta clase de grupos familiares —latinoamericanos— descuellan los jardineros Felipe, Jesús y Mateo Alou. Tres dominicanos de gran clase, que estuvieron con los Gigantes de San Francisco desde 1960 hasta 1963. Hace muy poco, sus compatriotas Vladimir y Milton Guerrero coincidieron en el Blue Jays de Toronto. Años antes, también se juntaron Mélido, Pascual, Carlos y Yorkis Pérez, de la misma nacionalidad, aunque en diversas novenas.

Con relación a los cinco hermanos, se trata de los norteamericanos Ed, Frank, Joe, Jim y Tony Delahanty, que en diferentes etapas estuvieron en el mejor béisbol del mundo. Sobresalen entre todos Lloyd y Paul Waner, únicos hermanos que están en el Hall de la Fama del Béisbol.

En la pelota profesional cubana se lucieron Carlos y Heberto Blanco, así como Carlos y José Luis Colás. Tuvo destaque en la bola amateur el "familión" Suárez, del equipo Liceo de Regla y, en los últimos decenios, los Sánchez de Matanzas: Wilfredo, Fernando, Armando, Felipe y Arturo, con mucho brillo para los dos primeros.

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