Basta con que lance un inning, y menos también. Si El Duque Hernández —que no ha actuado por padecer de tendonitis— logra sacar un out desde el box del Montreal, entrará, junto a Liván, en el selecto grupo de hermanos que han sido pitchers durante una temporada en un mismo equipo de Grandes Ligas. Constituyen el único dúo de
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Liván Hernández contra los Bravos de Atlanta. |
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consanguíneos con buenos resultados de postemporada en la historia de Grandes Ligas. La cifra entre ambos se eleva a 15 ganados y sólo 5 perdidos, con 9 victorias y una derrota para el mayor, y 6 y 2 para el menor.
Los traslados inesperados de los Hernández a la novena canadiense han rememorado a la primera pareja de hermanos cubanos en la Gran Carpa: fueron los jardineros Merito y José Acosta, quienes jugaron en el Washington de la Liga Nacional. Merito se desempeñó entre 1913 y 1918, y José llegó en 1920. Años después, arribaron Roberto y Oliverio Ortiz, y posteriormente Carlos y Camilo Pascual.
Más de 180 duetos de este tipo se desempeñaron en diferentes períodos del Big Show, y sobresalen también ocho tríos, un quinteto y un cuarteto. Entre los famosos pares que han sido serpentineros, aparecen los dominicanos Ramón y Pedro Martínez, que en dos oportunidades vistieron el mismo uniforme. Ramón ingresó en los Dodgers en 1988, y Pedro cuatro años más tarde, pero en 2002 coincidieron en los Medias Rojas de Boston. Alan y Andy Benes pertenecieron a los Cardenales de San Luis entre 1996 y 1997; y Gaylor y Jim Perry igualmente con el Cleveland.
Los pioneros fueron Dizzy y Paul Dean. Dizzy, autor de la fantástica hazaña de tirar dos juegos seguidos de cero hit-cero carreras en la Gran Carpa, militó en los Cardenales de 1930 a 1937, y Paul en 1934. En esta clase de grupos familiares —latinoamericanos— descuellan los jardineros Felipe, Jesús y Mateo Alou. Tres dominicanos de gran clase, que estuvieron con los Gigantes de San Francisco desde 1960 hasta 1963. Hace muy poco, sus compatriotas Vladimir y Milton Guerrero coincidieron en el Blue Jays de Toronto. Años antes, también se juntaron Mélido, Pascual, Carlos y Yorkis Pérez, de la misma nacionalidad, aunque en diversas novenas.
Con relación a los cinco hermanos, se trata de los norteamericanos Ed, Frank, Joe, Jim y Tony Delahanty, que en diferentes etapas estuvieron en el mejor béisbol del mundo. Sobresalen entre todos Lloyd y Paul Waner, únicos hermanos que están en el Hall de la Fama del Béisbol.
En la pelota profesional cubana se lucieron Carlos y Heberto Blanco, así como Carlos y José Luis Colás. Tuvo destaque en la bola amateur el "familión" Suárez, del equipo Liceo de Regla y, en los últimos decenios, los Sánchez de Matanzas: Wilfredo, Fernando, Armando, Felipe y Arturo, con mucho brillo para los dos primeros. |