Más de medio centenar de peloteros cubanos que jugaron en Series Nacionales han arribado a Estados Unidos con el fin de integrar la nómina de Grandes Ligas. Trece de ellos lo han logrado.

Inicialista Jorge Luis Toca (dcha.).

Todo ocurrió a partir de 1991, año en que René Arocha abandonó el equipo Cuba, un episodio que sirvió de puente para abrir el camino a otros. De los 50 y algo más, 25 son lanzadores y de este grupo un total de 11 ha estado en el Big Show.

Entre los restantes jugadores de posiciones, sólo tres han vestido uniformes en el béisbol élite y uno sólo se mantuvo por algunas temporadas: el torpedero Reynaldo Ordóñez, ganador de tres Guantes de Oro, una cotizada distinción para los peloteros de mejor desempeño a la defensiva. Los otros dos son Jorge Luis Toca, un inicialista con facultades que no pudo batear con los Mets, y el receptor Mitchel Hernández, de los Yankees. Aunque ambos tuvieron pocas oportunidades con el madero en las manos.

La proporción de los peloteros de la Isla que han tocado la cima beisbolera es magnífica, si se compara con la de otros países, incluido Estados Unidos, donde miles y miles comienzan desde pequeños a practicar el juego de pelota.

Entre los peloteros cubanos, los lanzadores son los que han llegado a establecerse en Grandes Ligas. Casi todos provienen del equipo Cuba —donde son incluidos los mejores—, con la sola excepción de Edil Oropesa, un zurdo matancero que nunca estuvo en la escuadra nacional.

Los hermanos Liván y El Duque Hernández figuran como los monticulistas más establecidos. El primero acumula 95 victorias con 94 derrotas en 9 contiendas, y el segundo cuenta con 61 triunfos y 40 reveses en 6 temporadas.

El importante salto

"El hecho de que cada equipo necesite entre 11 y 12 pitchers ha permitido que algunos tiradores cubanos hayan podido llegar a esta pelota tan exigente, aparte de la calidad que poseían", refiere el árbitro Juan Rodríguez.

"Sin embargo, todavía ningún bateador ha logrado abrirse paso en Grandes Ligas. De los grandes cañoneros cubanos, ninguno se decidió a dar el importante salto", agrega Rodríguez, umpire que durante más de 20 años ha observado de cerca a todos los jugadores.

Por su parte, Eugenio Vilanova, manager del conjunto Metropolitanos entre 1998 y 2002, opina que "Antonio Muñoz, Luis Giraldo Casanova, Lourdes Gourriel, Víctor Mesa, Orestes Kindelán y Omar Linares tenían clase para intentar abrirse paso acá".

Además de Liván, El Duque y Ordóñez, otros dos serpentineros han tenido buenas actuaciones: Rolando Arrojo, que ganó 40 juegos con 42 descalabros en 5 contiendas, y el relevista Dannys Báez, quien aún no ha alcanzado su madurez, pero que ya es considerado un cerrador de categoría con 61 juegos salvados, 17 éxitos y 23 reveses.

Alex Sánchez, primer bate del Detroit, es el único que ha sobresalido a la ofensiva. Sánchez jugó tres años en las Ligas Menores y pudo limar los defectos que traía de la Isla, donde nunca jugó en los torneos de primera fuerza.

Sin embargo, en los últimos 24 meses han llegado algunos jóvenes que tienen condiciones, como es el caso de Kendry Morales, Yunieski Betancourt y Mitchel Abreu, así como los monticulistas Raúl Valdez, Alain Soler, Yamel Guevara y Saydel Beltrán.