Las ligas invernales de béisbol sirvieron de termómetro preciso para medir la forma actual de los pitchers cubanos que aspiran a llegar o regresar a la pelota de Grandes Ligas.

'El Duquecito' Hernández.

Casi simultáneamente con el cierre de 2004, concluyeron los campeonatos profesionales en República Dominicana, México y Venezuela, donde Raúl Valdez, Ariel Prieto y Osvaldo Fernández realizaron estupendas actuaciones.

En Quisqueya, el zurdo Valdez, lanzador titular del equipo Azucareros del Este, terminó como líder en promedio de carreras limpias con un fantástico 0,79 en la temporada regular, y fue quinto en ponches propinados con 47. Este tirador, que actuó durante varios años con el equipo de La Habana en las Series Nacionales, ha sido invitado al campo de entrenamiento de los Cubs del Chicago en la próxima primavera.

Prieto, primer pitcher de los Yaquis de Obregón en la Liga del Pacífico, fue segundo en efectividad con 2,22 y también ocupó ese puesto en ganados y perdidos al alcanzar ocho victorias y una derrota. De forma similar resultó el trabajo del holguinero Osvaldo Fernández, pero en la Liga Mexicana. Resultó subcampeón con 2,69 de carreras limpias toleradas y consiguió 8 victorias y 6 derrotas. Fernández, ex tirador de Holguín y del equipo Cuba, fue el serpentinero que encabezó los Olmecas de Tabasco.

Mientras esto ocurría en predios aztecas, allá en Venezuela Adrián El Duquecito Hernández, de las Águilas del Zulia, desplegó una buena campaña con 5 triunfos y 5 fracasos, y 3,92 de efectividad. Sin embargo, el hasta hace cuatro años monticulista de Industriales, sorpresivamente fue dado de baja al pasar su conjunto a la final, para darle entrada al experimentado Andrew Lorraine, un norteamericano que ya trabajó en la pelota venezolana.

Así mismo, el también habanero Vladimir Núñez, que fue abridor con el poderoso Tigres de Licey, ganó uno y sufrió 2 reveses con 3,92 de carreras limpias. En tanto, Alain Soler, el prometedor serpentinero de Pinar del Río, estuvo con el Escogido, también en Dominicana, y en su primera incursión en el campo rentado perdió dos veces sin probar victoria, con un promedio de 5,28 en 15,1 episodios.