www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
   
 
A falta de pitchers...
Cazatalentos de Grandes Ligas inician una búsqueda para captar lanzadores superveloces y estables, que puedan superar las 90 millas.
por ALBERTO ÁGUILA, Miami
 

Los scouts del béisbol norteamericano recorren el mundo entero en búsqueda de lanzadores jóvenes capaces de tirar lanzamientos entre 95 y 100 millas por hora, para intentar frenar a los bateadores de Grandes Ligas. Pero las estadísticas muestran que la mayoría de los pitchers dominantes son aquellos que no llegan a 90.

L. Hernández
Pitcher Liván Hernández.

Bob Feller, un lanzador del Cleveland en los años cuarenta, cautivó a todos con su recta endemoniada y bien puede considerarse como el modelo de los pitchers supersónicos.

Nolan Ryan asombró a todos con su velocidad de hasta 101 millas en las décadas de los años setenta y ochenta. En años recientes, Rogers Clemens, Randy Johnson, Pedro Martínez y Jason Schmits se han mantenido como primerísimas figuras del montículo con sus "chispazos de fuego", pero son jugadores excepcionales y como ellos hay muy pocos.

En la actualidad no se ven lanzadores superveloces y estables. Llegan y desaparecen de la noche a la mañana. Josh Beckett (Marlins), A. J. Burnett (Marlins), Mark Prior (Chicago Cubs), Kerry Wood (Chicago Cubs) y Carl Pavano (Yankees), entre otros, son monticulistas rapidísimos y prometedores, pero han tenido uno o dos años buenos y no han avanzado. Otros llegan con una recta respetable y son utilizados para cerrar juegos, como es el caso de Mariano Rivera, Armando Benítez y Erig Gagne.

Hay pitchers que duran mucho tiempo en el box, que también son abridores y cubren sus turnos de apertura cada cinco días. Todos se valen de "su cerebro" por encima de la velocidad de su brazo, y sostienen la rotación cada cinco días durante toda la temporada, de seis meses. Sus envíos fluctúan entre 73 y 89 millas por horas. Entre ellos están Mike Mussina, consistente ganador de los Yankees; Marl Buehrle, del Chicago Medias Blancas; y Kenny Rogers, del Texas.

En ese grupo también brillan los hermanos Liván y Orlando El Duque Hernández, tiradores que hacen lucir ridículos a los bateadores cuando intentan conectarle sus indescifrables lanzamientos. "La mayoría de los lanzamientos de ambos son en zona mala y parecen strikes", así me dijo un perspicaz aficionado al referirse a este par de cubanos. "Lanzan inteligentemente tan cerca de las esquinas del plato, que muchas veces los bateadores prefieren no tirarle", acota mi interlocutor. En ese amplio grupo aparecen Tim Wakefield —todos sus lanzamientos son de nudillos y marcan desde 63 hasta 79 millas—, Luke Hudson (Cincinnati), Josh Towers (Toronto), Dave Williams (Pitsburgh), Brian Lawrence (Detroit) y Kirk Reuter (San Francisco).

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