Kangaroo court es la excelente frase idiomática que en inglés describe lo que sucede ahora en la isla de Fidel Castro. Así se tituló en varios periódicos norteamericanos la información sobre los nuevos procesos cubanos. Por esta vez admito que la expresión inglesa es incomparablemente mejor

Manuel David Orrio (agente 'Miguel') muestra unos documentos a Aleida Godínez (agente 'Vilma') en la residencia del Jefe de la SINA en La Habana.

que las herramientas que nos proporciona nuestro rico idioma. Su traducción literal sería algo así como "tribunales canguro" o "juicios a lo canguro".

Es un americanismo, según explican los entendidos. No proviene de Australia como el más conocido yahoo, y tiene hasta fecha de nacimiento. Durante la fiebre del oro en California, hacia el 1850, se denominó de esa manera los juicios expeditivos sobre la posesión de minas doradas que "saltaban" rápidamente de la acusación a la sentencia. La presencia de numerosos australianos buscadores de oro que también "saltaban" sobre declaraciones ajenas de hallazgos auríferos, completa la curiosa explicación.

En La Habana la justicia (?) también ha "saltado" en estos días. En menos de tres semanas se anunció sin recato el arresto de "decenas de asalariados de la Sección de Intereses de Estados Unidos", se les instruyó de cargos, comenzaron los juicios y esta semana, a más tardar, estarán todos condenados. Un periodista español radicado en Cuba calculó que los fiscales piden mil años de cárcel y doce condenas de por vida para los desafortunados protagonistas del último arrebato de Fidel Castro.

No se permitió el acceso a los tribunales de diplomáticos ni de la prensa extranjera, pero algo se sabe de los procesos. Acusados y abogados defensores conocieron los cargos al inicio mismo de los juicios. La relación de pruebas materiales presentadas por la fiscalía es una larga lista de computadoras, faxes, fotocopiadoras, cámaras de video, revistas, fotos y manuscritos.

A diferencia de los procesos de Moscú, en los cuales se lograba puntualmente la confesión del acusado, momento crucial del proceso, no ha sido así en La Habana. Se necesitaría más tiempo para ello y quizás la guerra de Irak concluya más rápido de lo esperado.

Sí han presentado su testimonio los inevitables agentes infiltrados en los movimientos de oposición pacífica. El agente "Octavio", quien ejercía el periodismo independiente, afirmó en la causa 348/03 contra los periodistas Raúl Rivero y Ricardo González que se sentía orgulloso de su condición de militar asignado a funciones de espionaje, las que le gustaría haber seguido desempeñando. En esta causa se esperan una condena de por vida y otra de veinte años de prisión. El juicio duró ocho horas.

En materia de juicios sumarios la experiencia cubana tiene la misma edad que la revolución. Sin contar las ejecuciones de los militares al servicio de Fulgencio Batista, el 11 de diciembre de 1959 se inició en el Campamento Columbia, de La Habana, un proceso tumultuoso contra el Comandante del Ejército Rebelde Huber Matos. Fue condenado a veinte años de prisión que cumplió hasta el último día. Su juicio duró cuatro días.

El 12 de junio de 1989, fue arrestado el general Arnaldo Ochoa, héroe de varias guerras con presencia cubana. Su juicio se inició el día 30 del mismo mes, se dictó sentencia el 9 de julio. Fue fusilado cuatro días después.

El tirano anterior no era tan preciso. Fidel Castro ejerció su derecho de autodefensa en el juicio que lo condenó en octubre de 1956 a una larga pena por el ataque al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, tres meses antes. Fue liberado por una amnistía, dieciocho meses después. Luego se aficionó a los canguros.