Informaciones recibidas en la redacción indican que entre las últimas bajas de la guerra de Cuba se cuenta un gran número de libros caídos en combate, una exposición de artes plásticas gravemente herida, un centro cultural ocupado y varias canciones de diversos géneros desaparecidas durante las acciones.

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Se reportó que los choques no se limitan a la plataforma insular cubana y que fueron reanudados recientemente en Bonn, con el anuncio oficial de la retirada de la próxima Feria Internacional del Libro de La Habana. Alemania precisó que actuaba en correspondencia con la decisión de la Unión Europea de limitar sus contactos con el gobierno de Fidel Castro, a causa de su ignorancia de los derechos humanos.

El gobierno de La Habana no informó a su población del anuncio alemán, pero un comunicado exterior del Instituto Cubano del Libro denunció la prepotencia germana, coincidente con las tácticas "euronarcisistas" hechas públicas por el jefe de Estado cubano, luego de que Europa criticara los fusilamientos de tres secuestradores de una embarcación, y las severas condenas a opositores pacíficos tras juicios sumarios. El comunicado anunció que, en represalia a la intolerancia de la Vieja Europa, Cuba no acudirá en octubre a la Feria del Libro de Frankfurt, la más importante del planeta.

En La Haya, simultáneamente, se conoció que las autoridades holandesas retiraron su apoyo financiero a la Bienal de La Habana, una muestra de artes plásticas que recibió cien mil dólares de los Países Bajos en su última edición. Holanda indicó razones semejantes a las de Alemania.

El gobierno de La Habana no informó a su población del anuncio holandés, pero proclamó oficialmente que, pese a todo, "la VIII Bienal de La Habana va"; al tiempo que otro comunicado exterior, esta vez de las autoridades plásticas locales, negó que los curadores de la exposición hayan censurado algunas obras, como habían denunciado —desde Venezuela y Costa Rica— los autores de las piezas excluidas. El texto no aclaró si la acción de los "curadores" habría ocasionado, en este caso, lesiones previstas en los convenios vigentes sobre conflictos internacionales, de todos los cuales La Habana es signataria.

El campo europeo había experimentado la pérdida reciente del Centro Cultural de España, ubicado en el Palacio de las Cariátides en la estratégica vía del malecón habanero, y en el que se invirtieron más de seis millones de dólares en los últimos años, según fuentes españolas. La instalación, ocupada ahora por efectivos del gobierno cubano, será destinada a divulgar la "verdadera cultura de España", indicaron partes oficiales.