www.cubaencuentro.com Martes, 18 de mayo de 2004

 
  Parte 1/2
 
La Habana: El gran latifundio
Voluntarismo, improvisaciones y presiones administrativas: el resultado devastador de la política agraria cubana durante 45 años de poder castrista.
por LEONARDO CALVO CáRDENAS
 

Después de 45 años de permanencia del poder que prometió la solución de todos los problemas en Cuba, pueden repetirse con total vigencia las palabras de La historia me absolverá, alegato de autodefensa de Fidel Castro por los sucesos del asalto al cuartel Moncada (26 de julio de 1953):

Feria
Feria de La Habana: Publicidad estadounidense de venta de azúcar a Cuba.

"Si Cuba es un país eminentemente agrícola, si su población es en gran parte campesina, si la ciudad depende del campo, si el campo hizo la independencia, si la grandeza y prosperidad de nuestra nación depende de un campesinado saludable y vigoroso que ame y sepa cultivar la tierra, de un Estado que lo proteja y oriente ¿Cómo es posible que continúe este estado de cosas?".

Aun cuando los líderes del fracaso no se sonrojan al seguir afirmando que se ha cumplido el Programa del Moncada, la reforma agraria no fue el medio para reafirmar alcances y solucionar problemas, sino el instrumento para imponer el dominio y el retraso que ensombrece el presente y compromete el futuro de la Isla.

En La historia me absolverá, el entonces joven líder revolucionario Castro aseguró que sólo una revolución popular y profunda podría dar solución definitiva a los problemas que coartaban el desarrollo económico y los equilibrios sociales que necesitaba Cuba.

Uno de los principales era "el problema de la tierra". De este señaló las graves consecuencias del latifundio, que causaba la "gran desposesión y miseria que padecían grandes masas de campesinos y trabajadores del campo", lo cual sólo podía resolverse con una profunda y equilibrada reforma agraria.

Con independencia del innegable nivel de eficiencia alcanzado por la producción agropecuaria de la Isla en la década del cincuenta —que unía a la producción estable de entre 5 y 7 millones de toneladas de azúcar, la existencia de alrededor de 7 millones de cabezas de ganado, el autoabastecimiento de innumerables renglones y un apreciable flujo de exportación—, la concentración de tierras y recursos en pocas manos condicionaba la relativa depauperación económica de considerables sectores de la población y la exclusión social de muchos que no podían acceder a los avances materiales y culturales que vivía la Cuba de entonces.

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