www.cubaencuentro.com Viernes, 28 de octubre de 2005

 
  Parte 2/5
 
Hipertrofia carcelaria en Cuba
Informe presentado por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional sobre la evolución del sistema penitenciario durante los últimos cincuenta años.
 

Centenares y centenares de jóvenes mujeres encarceladas bajo dicho título son completamente inocentes, toda vez que no han cometido delito alguno sino que los órganos represivos les atribuyen "una especial proclividad (…) para cometer delitos, (…) en contradicción manifiesta con las normas de la moral socialista" (Cfr. Código Penal, Ley No. 62, Título XI).

Ante esta manifiesta arbitrariedad, cabe esperar que las autoridades cubanas pongan en libertad inmediata a todos los ciudadanos internados bajo dicho título, incluyendo a centenares de hombres que están en las prisiones bajo las mismas medidas "predelictivas".

Estimamos que hay entre 2.000 y 3.000 mujeres encarceladas, lo cual pudiera colocar al Gobierno de Cuba en uno de los primeros lugares mundiales, en cifras relativas, por la cantidad de reclusas.

En 1958, y todavía en los primeros dos años del actual gobierno, existía solamente un reformatorio para menores de 18 años. Al presente hay entre ocho y diez unidades de internamiento para menores de 16 años. Aquí hay que aclarar que desde hace más de dos décadas se estableció la responsabilidad penal al arribar a esta última edad.

A partir de las referencias que hemos reunido durante los últimos años podemos inferir que el Gobierno de Cuba debe ocupar, también, uno de los primeros lugares mundiales, o tal vez el primero, por la cantidad de niños y adolescentes en edad escolar internados en centros correccionales por cada cien mil habitantes. Sobre este tema también es imposible presentar cifras o índices exactos debido a que, como expusimos anteriormente, el Gobierno de Cuba no facilita ninguna información estadística en materia penitenciaria, incluyendo los centros correccionales para menores de 16 años.

Las prisiones de alta seguridad o mayor rigor y otros centros

Las prisiones de alta seguridad o mayor rigor constituyen la columna vertebral del sistema penitenciario cubano y son las componentes que le caracterizan, debido a su relativa estabilidad, toda vez que los correccionales, asentamientos y otros centros análogos de internamiento están sujetos a cambios constantes, ya sea por cierres, fusiones o aperturas de nuevos alojamientos o facilidades para que los reclusos trabajen en actividades agropecuarias, de la construcción u otras faenas.

Estas prisiones de alta seguridad se diferencian de los centros correccionales, campamentos o asentamientos por el hecho de que su diseño es mucho más cerrado y están dotadas de celdas y/o galeras enrejadas y de alambradas perimetrales simples o dobles con torres o postas de vigilancia. En estas prisiones de alta seguridad las guarniciones militares están dotadas de fusiles-ametralladoras y otras armas, y los guardianes tienen orden de "tirar a matar" en caso de cualquier intento de evasión.

Los correccionales, campamentos o asentamientos, aparte de ser el componente más desconcertante del sistema carcelario debido a su propia dinámica, disponen, por lo general, de guarniciones medianas o pequeñas, cuyos integrantes utilizan armas cortas, salvo algunas excepciones, y a veces hay solamente un militar o varios a cargo de la custodia de los reclusos.

Las prisiones de mayor seguridad pueden tener centenares o miles de reclusos mientras que los centros correccionales, campamentos o asentamientos pueden tener desde menos de veinte hasta centenares de internos.

Existe un número indeterminado, que puede ser del orden de las veintenas, de enfermos de VIH-SIDA que cometieron presuntos o reales delitos comunes después de estar infectados o que se autoinocularon el virus o que lo contrajeron estando en prisión, quienes se encuentran en áreas de aislamiento en varias prisiones de alta seguridad. Aparte del Sanatorio Central para enfermos de VIH-SIDA de Los Cocos, en las afueras de La Habana, existen otras instalaciones análogas en varias regiones del país, pero ninguna de ellas tiene carácter penal.

Como parte de la gran variedad de modalidades de internamiento penal o policial que caracterizan el sistema cubano, no podemos dejar de mencionar la existencia de al menos catorce centros de detención prolongada del tipo Villa Marista (cuartel capitalino de la policía política secreta) que están subordinados a la Dirección de Instrucción Penal del Ministerio del Interior (ver Anexo III).

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