www.cubaencuentro.com Viernes, 18 de julio de 2003

 
  Parte 2/5
 
Sucesión, transición, inmovilismo: tres modelos para armar
En el exilio desde 1968, el escritor y periodista Carlos Franqui se extiende en consideraciones acerca del inmediato futuro nacional.
por MARY SIMóN, Ginebra
 

¿Acaso hay un cambio en el sistema?

Lo anterior lo atribuyo no a un cambio en el sistema, sino a una dificultad del sistema, que no puede controlar la situación como lo hacía antes. Quizás también hay una percepción de Fidel Castro de que, si bien la oposición pacífica o los periodistas independientes son un peligro, suprimirlos absolutamente podría implicar un riesgo mayor, porque esa juventud que está en desacuerdo con el sistema posiblemente se pondría a hacer sabotajes.

Además, las formas de represión han cambiado mucho. Es decir, antes no habían Brigadas de Respuesta Rápida, excepto el grupo establecido para actuar contra las multitudes. Específicamente un órgano como las Brigadas, que le hace la vida imposible a la gente, no existía. Ahora las formas de represión han cambiado: persiguen a tu familia, ponen gente cerca de tu casa para agredirte, pintan letreros y te lanzan piedras y otras cosas, te quitan el trabajo, te crean un ambiente muy malo, casi insoportable. Y no sólo para el opositor, sino también para su familia.

Esto lo han hecho mucho con los periodistas independientes —que hace unos años eran alrededor de cien y hoy la mitad ha tenido que salir de Cuba—, que han sido despatriados o han sufrido muchas detenciones. No demasiado prolongadas por lo general, pero constantes, de dos o tres días, unas horas, etcétera (les quitan la bicicleta, la maquina de escribir, lo que sea).

Cambio en las formas de represión sin que cese esa represión. ¿Quizás el Gobierno pensaba que la oposición no iba a progresar?

En realidad, el régimen ha sido sorprendido por el Proyecto Varela, porque en mucho tiempo es la primera vez que miles de personas firman un documento opositor. Hasta 1996, según Raúl Rivero, se consideraba que había en la Isla unos 1000 opositores. Ahora hay unos 20.000. Eso quiere decir que ha habido un progreso.

Hay quienes piensan que la transición cubana ha comenzado ya. Pero usted parece tener un criterio diferente…

Transición, en lengua castellana, quiere decir pasar de una cosa a la otra. Y en política, es el cambio de un sistema hacia otro sistema. Yo no veo nada de eso en Cuba. No lo veo en lo político, ni en lo económico, ni en lo diplomático, mucho menos en el orden militar o el internacional. Entonces, no hay ninguna transición.

Lo que hay en medio de la crisis del sistema, de la edad de Fidel Castro y de su hermano Raúl Castro, es una idea de asegurar la sucesión. Además, hay textos muy significativos. Hace algunos meses, en una entrevista de TV, Raúl Castro dijo que había que evitar a toda costa que pasara en Cuba lo que pasó en la URSS, que había ese peligro. Esto no lo publicó el periódico Granma pero, como trascendió, al cabo de unos tres días Raúl Castro tuvo que hacer una aclaración. Entonces, todo ello demuestra el temor que hay en los altos niveles de que algo así pueda ocurrir.

También el propio Raúl Castro, en dos o tres ocasiones, ha dicho que el problema de Cuba no es el imperialismo, sino el hambre, de alguna manera contradiciendo al propio Fidel Castro, aunque de forma indirecta. Todos estos elementos hay que tomarlos en cuenta, a pesar de que hay mucha gente por ahí, personas de izquierda o pro-castristas, que hace rato están hablando de que en Cuba está ocurriendo una transición a partir ya del viaje del Papa. Y es verdad que la Iglesia ha encontrado un espacio que antes no tenía, pero a condición de no intervenir políticamente. El Cardenal Jaime Ortega ha dejado claro que él no apoya el Proyecto Varela, pero hay sacerdotes y hasta obispos que piensan de manera diferente. Evidentemente, la Iglesia Católica no está jugando ningún papel en la Isla, como sí lo jugó en Polonia, en Chile o en Filipinas. O sea, que ahora un miembro del Partido Comunista de Cuba puede ser miembro de la Iglesia, puede ser católico y no es expulsado del Partido como antes. Pero un católico no puede ser opositor.

En este campo, hay algunas cosas muy concretas que el Papa dijo en su visita a la Isla, y que no se están aplicando. Como es aquella de que había que perder el miedo...

1. Inicio
2. ¿Acaso hay un cambio...?
3. Entonces, si no hay...
4. En cuanto al Proyecto Varela...
5. ¿La nueva convocatoria...?
   
 
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