www.cubaencuentro.com Viernes, 18 de julio de 2003

 
  Parte 3/4
 
Toco lo que siento y punto
Para Omar Sosa, uno de los más interesantes pianistas cubanos, 'el arte tiene que seguir siendo contestatario'.
por DENNYS MATOS, Madrid
 

¿Por qué habiendo más de doce millones de negros en Estados Unidos te sentiste más cerca de la africanidad en Barcelona?

Porque el negro norteamericano piensa que él es el único negro que existe en el mundo. Tiene que estar claro que el país más ignorante del planeta se llama Estados Unidos. Todo el mundo llega a ese país buscando el éxito. Éxito para ellos significa tener dinero y ser famoso, tener mejor vida en el plano material, no en el plano espiritual. Debo aclarar que al llegar a Estados Unidos yo me solidifiqué como cubano y me acerqué mucho más a mis raíces afrocubanas. Me fui involucrando en el mundo afronorteamericano y me siento parte de esa comunidad. Cuando llego a Oakland me siento parte de esa comunidad, es mi segundo país. Estoy relacionado con compañías de danzas afronorteamericanas. Creo que ellos también están luchando por buscar la esencia de sus raíces, pero el modo en que viven no los deja y los oprime. En Europa te topas con un senegalés, con un marroquí, y tratan de comunicarse contigo, no como en Nueva York, que todo el mundo está por su lado, porque los ghettos están más marcados. Es parte de la tradición.

¿Tu segunda trilogía es acaso un intento de transmitir esta visión?

El disco Sentir, de la segunda trilogía —que comienza con el CD Prietos—, y la sinfonía que terminé, titulada De nuestra madre África, contienen esta visión, pero en la sinfonía, por ejemplo, es llevada al mundo occidental de los violines, de los tímpanos... La presenté en Estados Unidos y a la gente le gustó. La crítica me hizo pedazos, pero eso fue lo que más me gustó. ¿Por qué? Pues porque me di cuenta que no sabían nada, y lo más triste de esto es que uno de los críticos es cubano y confundió los tambores batá con bongos, las canciones yoruba con un lenguaje senegalés, la música afrocubana, nuestras raíces, con la rumba. Esto da la medida de lo que nos queda por hacer en nuestro propio terreno. Nosotros los cubanos, por nuestra fuerza y carácter, salimos siempre defendiendo nuestra historia, debido también a la educación que nos han dado. Esa educación nos ha hecho un poco chovinistas, y esto se ha trasladado a la música. Cuando vienen nuestros padres, Rubén González, Ibrahim Ferrer, en fin, los Buena Vista..., la gente dice "pero por qué..." Pues porque, como se dice, lo que brilla con luz propia nadie lo puede apagar. No se puede apagar la tradición de Cuba, que quedó aislada por un bloqueo. Aun así, nosotros seguimos prosperando en Cuba, tomando las influencias que nos llegaban y por eso sale la Timba, que es lo que nos llegaba desde Miami, fundido con lo que teníamos dentro. Pero la gente no se aventuró, por ejemplo, a emplear otros instrumentos, otras sonoridades; la gente no cogió un zabar o un quitipla de Venezuela, y un montón de otros instrumentos y ritmos, porque no llegaban.

1. Inicio
2. ¿Cómo fue...?
3. ¿Por qué...?
4. No hace mucho...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
La lucidez convidada
Tras el encanto inicial
De la noche a la maņana
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir