www.cubaencuentro.com Viernes, 18 de julio de 2003

 
  Parte 3/3
 
Los cambios en el exilio y la Fundación
'Estamos en sintonía con los miles de cubanos que desafían la cultura del miedo', afirma Jorge Mas Santos, presidente de la Junta Directiva de la FNCA.
por MICHEL SUáREZ, Valencia
 

La visita de Oswaldo Payá a Miami contó con el respaldo de muchos y las críticas de otros. En opinión de algunos, la FNCA ha demostrado con su apoyo al Proyecto Varela síntomas de sentido común, al compás de los nuevos tiempos. ¿Ha variado sustancialmente la filosofía de su organización en cuanto a los métodos para alcanzar la libertad de Cuba?

Mantenemos los principios esenciales que la Fundación abrazó desde su inicio en 1981: Apoyo irrestricto a la libertad y la democracia para Cuba. Continuamos respaldando el embargo, con un enfoque dirigido a mostrar que éste no es responsable del sufrimiento del pueblo cubano —basta con darse cuenta que los europeos, canadienses, etcétera, comercian con la dictadura, viajan a Cuba y no han logrado un ápice de apertura que signifique más libertad para un pueblo que ni siquiera puede participar en la vida económica del país (cuando no sea como mano de obra barata, sin derecho a velar por sus propios intereses). Por otra parte, estamos buscando un balance entre nuestros esfuerzos en Washington y dentro de la Isla, de forma que los recursos se empleen de manera eficiente y de acuerdo con la actualidad cubana.

Con respecto al Proyecto Varela, lo único que hemos hecho al apoyarlo es estar en sintonía con los miles de cubanos que lo han firmado a riesgo de su integridad física, con esos cubanos que desafían la cultura del miedo.

¿A qué se debe que un sector del exilio histórico no comprenda la propuesta de Payá?

Sería presuntuoso de mi parte intentar interpretar los sentimientos de otras personas. Lo más acertado sería preguntarle a dichas personas el por qué de sus actitudes. Pero lo que sí diría es que lo importante no es discrepar, sino la manera en que se discrepa o se manifiesta esa discrepancia. La discrepancia, el intercambio de opiniones y la libre expresión del pensamiento son un ejercicio de democracia: donde único no puede darse esto es en Cuba, bajo el régimen castrista.

¿La reunión que sostuvo Payá con Colin Powell pudiera significar un giro en la política norteamericana hacia Cuba?

Claro. El hecho que Colin Powell reciba a Oswaldo Payá es significativo, ya que demuestra la importancia que la Administración Bush otorga a los movimientos pro democracia que se gestan en la Isla, y que está consciente de la necesidad de incrementar sus contactos y su apoyo. La Administración ha expresado su simpatía hacia el Proyecto Varela, a la vez que ha declarado su firme compromiso con mantener vigente el embargo. Por tanto, no veo un giro en la política de Estados Unidos hacia Cuba que no sea un mayor interés en patentizar la solidaridad hacia el pueblo y los grupos civilistas con más apoyo material y una política más activa, implementada a través de la Sección de Intereses en La Habana; por ejemplo, promoviendo la libre información, prestando sus computadoras y obsequiando radios y publicaciones.

¿Cómo valora usted la naciente sociedad civil que se gesta en Cuba, en la que la disidencia parece dividirse en dos grandes grupos: los que apoyan el Proyecto Varela y los que piensan que no es el camino?

En primer lugar, yo no veo ninguna división. Yo hablaría más bien de una diversificación, que es palpable en el Proyecto Varela, la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, el Código de Derechos y Deberes de los Ciudadanos, y el programa económico de 36 puntos presentado por Todos Unidos, por sólo citar algunos movimientos o proyectos. Con respecto a la naciente sociedad, es importante apoyarla decisivamente para asegurarnos de que evolucione hacia el próximo paso, que es de un crecimiento que le permita arraigarse dentro de su comunidad, ya sea a nivel de barrio, ciudad o provincia. Esta sociedad civil que está naciendo es la semilla de las instituciones que garantizarán la estabilidad democrática en la Cuba del futuro.

Opino que cada vez que un cubano da un paso en dirección a tomar las riendas de su propio destino, le hace un favor a la patria. Llámese Payá, Roca, Martha Beatriz, Biscet, Todos Unidos o Proyecto Varela, cada uno transmite el mensaje de cambio. Necesitan y merecen nuestro apoyo y nuestra fe, y tengo toda la intención de dárselos, junto con mi agradecimiento y respeto por enfrentarse con valor a una de las tiranías más crueles que haya conocido el mundo.

Referencias
Joe García: Más allá del debate sobre el embargo
1. Inicio
2. No podemos...
3. La visita de...
   
 
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