www.cubaencuentro.com Jueves, 13 de noviembre de 2003

 
  Parte 1/4
 
Jorge Edwards: 'Cuba vota con los pies, escapando'
El escritor chileno presiente que la Isla va a terminar décadas de dictadura siendo menos en cultura y economía de lo que era antes.
por MIGUEL CABRERA PEñA, Santiago de Chile
 

Jorge Edwards es uno de los más importantes narradores vivos de la lengua española. El premio Miguel de Cervantes de 1999 vino a ratificar este criterio. Respecto a Cuba, la obra y la biografía del chileno están llenos de interés. Uno de sus libros más leídos aborda precisamente a la Isla del Caribe, adonde el autor arribaría en 1971 —tres años antes había visitado brevemente el país— como el primer diplomático del gobierno de Salvador Allende. En apenas tres meses
Jorge Edwards
Edwards: 'Fidel tiene miedo, inseguridad, por eso ha fusilado a tres personas'
sería expulsado. Hijo de una vieja tradición democrática, Edwards perpetró el crimen de reunirse a conversar libremente con amigos escritores cubanos, entre ellos Lezama Lima y Heberto Padilla. Peor aún, llegó a rechazar una invitación a comer de Manuel Piñeiro, el otrora omnipotente jefe del espionaje cubano, a causa de un compromiso anterior con el autor de Paradiso.

En un edificio con no pocos años, pero bien cuidado, vive el creador de Los convidados de Piedra, en el hervor del centro santiaguino. Allí recibió a Encuentro en la Red.

A la distancia, ¿cree usted que ha cambiado mucho la Cuba que conoció a principios de los setenta, respecto a la de hoy?

Yo creo que Cuba no ha cambiado demasiado en relación con la época en que estaba yo. Siguen las mismas condiciones del régimen político, la censura, la represión, etcétera. Claro, Fidel Castro es más viejo, su sistema es mucho más viejo y eso tiene un fin previsible, pero que no sabemos cuando se va a producir, simplemente. No creo que el bloqueo sea la causa principal en la similitud de las condiciones de una época a la otra. Tiene una consecuencia indudable, pero los problemas son internos, son el sistema.

Que Fidel fusile ahora, no indica cambio. Recuerde que Fidel mató a mucha gente cuando comenzó la revolución, cuando hubo todos aquellos procesos judiciales rapidísimos. Después, no sé si moría gente de forma disimulada, no sé. Ahora ha fusilado a tres personas. Yo supongo que esto se deba a que Fidel, viejo, ha sentido miedo, inseguridad, y ha querido apretar más. Porque es evidente que tiene que sentir el efecto, el peso de la edad, ya no tiene la agilidad ni la fuerza que tenía antes, y entonces se le mueve el piso en la Isla y reacciona con mucha dureza. Así que no sería extraño que esto continúe, que continúen produciéndose actos de represión fuerte.

Se notaba en la Isla que había un pequeño movimiento disidente, civil, acompañado del Proyecto Varela y con la acción de gente como Raúl Rivero. El movimiento por lo menos estaba ahí y no era destruido frontalmente. Ahora no, ahora hay un proceso distinto. Ahora hay una decisión de destruirlo.

En estos días, Estados Unidos parece inclinarse para que los problemas de La Habana resbalen hacia Europa. ¿Cuál es su percepción de este panorama?

Eso es algo nuevo, las reservas de la Unión Europea son nuevas. Europa tuvo una actitud muy de manga ancha con Cuba durante mucho tiempo, sin darse cuenta de lo que realmente pasaba allá, claro. Sin querer admitir que era una dictadura de estilo, en el fondo estalinista. Y les ha costado entenderlo. Parecería que ahora son más exigentes con respecto a la situación de derechos humanos en Cuba, pero no conozco el detalle de la reacción europea. Yo estoy muy lejos aquí de eso. Tengo poca información. Así que no le puedo decir mucho.

¿No es usted de los intelectuales que se confunde, cuando por un lado se ve cómo llegan miles de cubanos a Estados Unidos, o mueren en el intento, y por el otro se observan las masivas concentraciones que Castro convoca?

Sí, son concentraciones obligatorias. A mí no me impresionan nada, porque yo estuve allá y yo sabía qué significaba para una persona que depende de un trabajo y que si pierde ese trabajo se tiene que ir a la nada, a la mendicidad o a cortar caña. Yo sé lo que significa que los convoquen desde su centro de trabajo para ir a una manifestación. Tienen que ir. Es un sistema de control tan eficaz, tan efectivo, que no es concebible que alguien no vaya a una manifestación política, alguien que tenga un trabajo, que tenga algo que hacer. Esa misma gente, llegado el momento de una elección, vota por Fidel, pero si se le abre una puertecita pequeña y se puede escapar, se escapa. A eso se llama votar con los pies. Vota con los pies, escapando. Por supuesto que esta frase no se conoce en Cuba, si la inventé yo.

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