La Comisión de Derechos Humanos de la ONU acaba de escuchar la opinión de la experta francesa Christine Chanet sobre la situación de los derechos fundamentales en Cuba, plasmada en un informe circulado días antes en círculos diplomáticos y periodísticos.
Unas horas antes de producirse el debate, Encuentro en la Red conversó con la Representante para Cuba del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.
El titular de Relaciones Exteriores de Cuba ha reiterado ante la Comisión de Derechos Humanos que su gobierno no aceptaba su mandato porque es espurio y ha calificado su informe de "imparcial y politizado". ¿Usted qué piensa al respecto?
El problema original es que Cuba no acepta el mandato y cuando éste no se acepta no se puede decir que el Relator ha hecho un trabajo que le convenga. Está dentro de la lógica completa de la no aceptación por Cuba del mandato. Precisamente, me he esforzado en hacer un informe objetivo, porque hay elementos positivos y también dificultades, en particular del embargo, así como de la política de Estados Unidos, particularmente las leyes que atañen directamente a Cuba. Mi informe hace referencia a todo esto, por lo tanto hay un equilibrio.
Sin embargo, el gobierno cubano la acusa de ser un instrumento al servicio de Estados Unidos…
La comunidad internacional y la Comisión de Derechos Humanos apreciarán. No he hecho comentarios. He presentado hechos brutos. No hay disimulaciones por parte del gobierno cubano. Ochenta personas fueron detenidas y juzgadas; tres personas fueron ejecutadas por infracciones previstas en las leyes cubanas. No he hecho más que relatar esos hechos. Son los hechos. Si están politizados, no soy yo quien los ha politizado.
¿No le parece que el equilibrio de su informe es un tanto forzado? Ateniéndonos al mismo, no se sabe de quién son las faltas, si del embargo o de las políticas internas del gobierno que nada tienen que ver con el embargo.
En cuanto a las dificultades, me ceñí a la resolución de la CDH. La resolución de la CDH pide hacer un balance de las dificultades, y he hecho una valoración de las dificultades del medio ambiente. En ese contexto, se encuentran el embargo, de una parte, y de otra, las leyes Helms-Burton y Torricelli. Esas son las dificultades, pero ello no quiere decir que no hay una represión, ejercida en Cuba independientemente de estas dificultades.
No digo nada semejante, ni en un sentido ni en el otro. Es justamente para probar que no presento juicios sobre las intenciones políticas de Cuba por una razón muy simple: los cubanos rechazan verme. Si Cuba hubiese aceptado cooperar, yo podría dar sus puntos de vista. Porque es muy fácil decir que no se acepta el mandato, no queremos ver al Relator Especial, él es parcial.
Claro, es parcial pues ellos se han arreglado para que sea parcial porque dicen "no lo queremos ver". Todas mis informaciones se corresponden con las de Naciones Unidas. Por eso no acepto la crítica de parcialidad. Todas las detenciones fueron consideradas "arbitrarias" por el Grupo de Trabajo de Detención Arbitraria. No he dicho una palabra de más. |
