Reporteros Sin Fronteras (RSF), entidad de probada vocación en la defensa de la libertad de expresión y prensa —dos de las violaciones más comunes en Cuba en los últimos 46 años—, no ha dudado en apostarlo todo por denunciar lo que allí sucede.
Ahora, la organización internacional, coincidiendo con el segundo aniversario de la ola represiva de 2003, ha convocado una campaña en favor de los 21 periodistas que permanecen encarcelados. RSF insiste en que Cuba sigue siendo la segunda mayor cárcel del mundo para los periodistas, detrás de China.
Fernando Castelló, presidente internacional de RSF, es uno de los promotores de este tipo de iniciativas. Durante muchos años, llevó las riendas de la sección Internacional de la agencia española EFE, una de las cinco grandes corporaciones noticiosas del mundo. Hace algo más de un lustro dirige RSF y es, junto a Robert Mènard (secretario general), blanco periódico de ataques verbales desde La Habana.
¿En qué consiste esta nueva campaña que han presentado a propósito del segundo aniversario de la ola represiva?
Pues tiene varias facetas, la principal es una campaña periodística de comunicados y denuncias sistemáticas de la situación, especialmente de 21 periodistas encarcelados desde aquel marzo de 2003, y en condiciones absolutamente arbitrarias y de insalubridad en sus celdas, malos tratos y en condiciones que no respetan los derechos humanos de los presos.
Esta campaña consta también de aspectos publicitarios, vamos a gastar incluso dinero en publicidad, recomendando a quienes visitan la Isla —paradisíaca en apariencia— que sepan que detrás de las palmeras que les protegen del sol, hay presos de conciencia y entre ellos, 21 periodistas.
Esa campaña va a seguir y esperamos que dé efectos porque en este momento hay dos peticiones, digamos del régimen cubano, saltándose esta situación de los presos políticos y periodistas: está pidiendo que se contrarreste una petición de Washington en la Comisión de Derechos Humanos en las Naciones Unidas para que se condene la falta de esos derechos en Cuba, y está movilizado, con apoyo incluso de algunos intelectuales latinoamericanos de izquierdas, olvidando que tiene a toda esta gente presa. El régimen cubano también pretende en este momento que Europa siga flexibilizando sus relaciones, sin que haya un gesto de apertura o cambio.
¿Cuál es la influencia real de Reporteros Sin Fronteras en Latinoamérica?
Creemos que en Latinoamérica, por la experiencia que hemos vivido allí, tenemos cierta credibilidad, somos un referente en cuanto a la libertad de prensa y la prueba de ello es que algunos regímenes dictatoriales o autoritarios no nos ven con buenos ojos; mientras que en otros países sí somos vistos como jueces y árbitros de la libertad de prensa.
¿Qué ha supuesto para la organización que varios de sus reporteros en la Isla estén en la cárcel?
Para nuestra organización, indirectamente, ha significado que Cuba se ha convertido en el segundo país del mundo en número de periodistas encarcelados, después de China, con la diferencia de que China tiene 100 ó 150 veces más habitantes. Y, por otro lado, hay que decir que, dentro del número de periodistas encarcelados en este momento, uno de ellos, Ricardo González, es nuestro corresponsal en Cuba. |
