Ahora que es un anciano, ¿no aumentan los peligros para Cuba, debido a sus empecinamientos?

Creo que eran más peligrosos sus caprichos cuando era joven, cuando tenía más fuerza física y de voluntad. Ahora puede ocurrirle que se le olviden las cosas, a lo mejor se convierte en víctima del mal de Alzheimer. Fidel es una figura muy conservadora.

Ha dicho que después de la muerte de Castro podía escribir un tercer tomo…

Eso fue una broma. Tengo que producir y dedicarme ahora a mi propia obra literaria. Me metí en esta aventura de escribir la autobiografía, pero ya estoy exhausto.

¿Cómo cree que la historia recordará a Fidel Castro?

Como a otros personajes, Alejandro por ejemplo, aunque él se considera superior a Alejandro. En realidad, Castro ha tenido a su disposición los más modernos medios de comunicación. ¿Cuántos otros jefes de Estado se pueden ufanar de haber recibido vítores en tantas partes del mundo? Durante este período, soldados cubanos han estado en los más diversos y complicados escenarios de guerras y combates.

En lo que se refiere a eso de La Historia me absolverá, en realidad a él poco le importa el juicio de la historia.

¿Escribirá algún día Castro su propia autobiografía?

Creo que no tiene tiempo para eso. Él amenazó con hacerlo y hasta hizo contactos con importantes casas editoriales. En algún momento tuvo la expectativa de hacer algo acerca de su propia vida con la ayuda de Frei Betto o Gianni Miná, pero me parece que no habrá esa obra.

Como ciudadano, ¿qué piensa que pueda ocurrir en Cuba después de la desaparición física de Fidel Castro?

La lógica indica que a lo mejor no se producen grandes cambios. Puede parecer que cambia todo, para que todo siga igual.

Creo que el gobierno norteamericano sabe que no puede aceptar que estalle una guerra civil en Cuba. En estos momentos, hasta tiene dificultades para mandar tropas a Haití, cómo podrían meterse en Cuba. Lo que más preocupa a Washington, por todas las razones, es un éxodo descontrolado de un lado y otro del Estrecho de Florida.

Creo que los norteamericanos concentrarán sus esfuerzos en controlar que no sean los capitales de los cubanos pudientes de Miami los que influyan en Cuba, que las inversiones, o lo que sea, se lleven a cabo a través de las grandes corporaciones de Estados Unidos.

Fidel Castro les está proponiendo la transición suave, tranquila, controlada por los militares cubanos. Algunos del exilio de Miami piensan reeditar la entrada triunfal en La Habana del 8 de enero de 1959. Pero eso es impensable, son unos trasnochados.

En este primer tomo usted repite varias veces que de asuntos importantes ofrecerá después otros detalles. ¿Es como un estilo de suspense?

La verdad es que espero acordarme de todo eso y que no falte en el segundo tomo (risas). Pero hay un libro de Raymond Chandler que fue llevado al cine y el director iba siguiendo atentamente cada personaje. Hubo uno que fue mencionado y después desapareció. El director de la película llamó a Chandler y éste respondió: 'Bueno, hagan lo que quieran porque no sé cómo resolver ese problema'.

A lo mejor me llegan cartas de lectores que no encuentran explicaciones prometidas en el primer tomo… Lo que me ha resultado más complicado es buscar explicaciones para los lectores extranjeros sobre quiénes son y qué representan los personajes de mi generación, como el caso de Baudilio Castellanos y otros.

Resulta inevitable que en el primer tomo, el personaje Castro avance hacia recuerdos del futuro, porque hay menciones constantes de cosas que sucedieron después.