www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
  Parte 2/5
 
'Cuba está en mi mente, pero vacía de gentes'
El pintor Humberto Calzada, una de las personalidades más influyentes del exilio cubano en Estados Unidos, al habla con 'Encuentro en la Red'.
por EMILIO ICHIKAWA MORíN, Homestead
 

De su pintura hay quien ha dicho que es metafísica. En primer lugar, por la falta del elemento humano; por lo menos poblacional, demográfico. Sus espacios son vacíos y, sin embargo, a pesar de esa "ausencia", su pintura tiene un gran valor como creadora de entorno, de vida, es bastante decorativa. ¿Le molesta que diga esto?

H. Calzada
Naufragio de una Isla (Humberto Calzada, 1999).

Para nada. Creo que ese prejuicio con el arte decorativo es muy viejo ya. Es algo de mediados del siglo XX, donde lo "bonito", por alguna razón, era entendido como un pecado en el (gran) arte. Yo estoy en desacuerdo con eso; parece como el resultado de un deber revolucionario de invertir las cosas; un estado donde lo bonito se hace feo y viceversa. Pero eso ya pasó de moda.

Pero, por ejemplo, ¿De Chirico es "bonito"?

Sí, es bien bonito. El concepto de belleza es tan variado… es difícil. Pero hoy en día se puede encontrar gente capaz de celebrar hasta el excremento.

¿Pollock puede adornar una sala?

Exactamente. Quedaría precioso un Pollock en una buena sala. O un O'Keeffe en tu casa.

¿Qué cuadro no pondría en su comedor?

Bueno, uno de connotación inmoral; no es que no lo respete, puede ser un buen arte, pero entonces su lugar es un museo, no mi casa. Ese es un gusto privado. Yo respeto lo que cada cual quiera poner en su casa. Es asunto suyo.

En sus cuadros hay, digamos, un mensaje de mucho color. Hay manías con los colores…

Soy básicamente colorista. A veces yo digo: 'Cuando haga otro cuadro voy a dibujarlo completo antes de darle color'. Pero no puedo. A la cuarta o quinta línea ya estoy usando colores. Yo doy color; ahora, en cuanto a la alegría y otros temas, eso lo ve la gente, de verdad. Mis cuadros, si te pones a ver, tienen un lado bastante triste; pero eso hay gente que no lo percibe así.

El azul es mi color favorito. Eso se aprecia en mis cuadros. Pero yo pienso que no hay color feo. Los colores feos son en verdad colores mal usados. Por ejemplo, mi mujer odia el morado, pero yo le digo que el morado es precioso. Se puede usar mal el morado, por ejemplo, en un dormitorio. No creo que a mucha gente le guste eso, dormir en morado.

Pero con los grises tienes también algo especial, le he visto preparar decenas de grises…

Los grises me encantan. El gris me parece un elemento fantástico. También los uso mucho porque son la penumbra; los uso cuando pinto interiores. Yo pienso bastante en los interiores cubanos; aquellas casas coloniales que se fabricaban con puntal alto, paredes muy altas, tendían a ser, para ser frescas, un poco penumbrosas adentro. También uso penumbras por contraste; si estoy pintando desde adentro y quiero mostrar una claridad afuera, entonces me funciona mejor si muestro lo de adentro en penumbra. De ahí vienen los grises. Se puede hacer penumbra utilizando otros colores, pero el gris es quien más efectivamente la muestra. Además, hace un contraste muy lindo con los colores del vitral.

Usted tiene un mercado sólido. Digamos que su arte se vende bien, sistemáticamente.

Sí, te diría que es sólido, pero tiene baches como todo el mundo.

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