www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
  Parte 4/5
 
'Cuba está en mi mente, pero vacía de gentes'
El pintor Humberto Calzada, una de las personalidades más influyentes del exilio cubano en Estados Unidos, al habla con 'Encuentro en la Red'.
por EMILIO ICHIKAWA MORíN, Homestead
 

Acerca de su relación con la crítica, ¿cree que los críticos hablan correctamente de arte? ¿Cree que entienden el arte?

Creo que gracias a los críticos nosotros los pintores no somos artesanos. Creo que en verdad somos artesanos, pero los críticos nos vuelven otra cosa, como que nos dan otra dimensión, algo más profundo. Yo respeto mucho a los críticos, aunque a veces me parece que ellos ven más de lo que hay. Pero eso también es bueno para nosotros.

He visto que los críticos, para referirse a la pintura, en este caso a su pintura, usan un lenguaje especializado que no es el que usan los pintores entre ellos. Me he percatado que los pintores usan mucho categorías, conceptos extraídos de campos insólitos, como el de la física clásica. Por ejemplo, hablan de "el peso", "el balance", que si se va de un lado o del otro, que si el ángulo. El crítico no habla así.

Te hablo de mi experiencia. Cuando me reúno con pintores hablamos de técnicas, de cómo logró el azul, de las mezclas, del tiempo de secado, del colorido. Entre pintores rara vez se habla del mensaje del cuadro y ese tipo de cosas.

Entonces, si el lenguaje que usa el crítico es diferente al que usa el pintor, ¿cómo se entienden?

Bueno, porque al crítico le importa menos la técnica, el crítico viene por otro lado. Él tiene una relación con el público que no es la que tiene el pintor, y que es diferente también de la relación del pintor y el público cuando no media la crítica. El pintor se concentra en otras cosas, en el cuadro mismo.

¿Cuándo se termina un cuadro?

Nunca. Por eso hay que quitárselo al pintor. Hay quien dice que para hacer pintura hacen falta dos personas: una que pinte el cuadro y otra que se lo quite de delante en algún momento. También se dice que un pintor no debe tener un cuadro en su pieza, ya que en algún momento va a querer retocarlo, trabajarlo más.

Recuerda aquel documental que vimos, el de Vega, donde aparecía Selga, que tapaba y tapaba el cuadro. A veces uno quería quedarse con el que había logrado y él lo volvía a tapar. ¿Le ha pasado eso? ¿Puede terminar, tapar y seguir pintando?

Sí. A veces me ha sucedido cuando no vendo un cuadro. Cuando no sale, lo miro y lo miro y después casi lo repinto. Le hago cambios. Vienen otras ideas. Lo miras mucho más críticamente, se te ocurren otras cosas. O ya uno ha cambiado la técnica, la visión de las cosas. Entonces cree que lo puede hacer mejor y lo cambia.

En sociología se habla de una relación entre el oficio y cierto perfil de personalidad. ¿Hay características en los pintores como personas, un perfil compartido?

Esa pregunta es bien difícil, es casi imposible generalizar.

Por ejemplo, ¿conoce pintores con egos débiles?

Con egos grandes sí. Lo que yo sí los divido en dos categorías: los que rentan la apariencia, quienes creen que su aspecto tiene que ser de "artista". Eso no me gusta…Y un segundo grupo que yo llamo normal, que no tiene problemas con eso de la moda y la facha.

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