www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
  Parte 2/4
 
«No creo en el exilio como fatalidad»
El escritor Ernesto Hernández Busto cree que la literatura cubana del exilio asiste a un desplazamiento hacia el ensayo, que viene a dar cuenta del desarraigo de manera mucho más profunda que la novela.
por JORGE LUIS ARCOS, Madrid
 

Sin embargo, uno de los libros más interesantes sobre Lezama sigue siendo el tomo de entrevistas sobre él que compiló Carlos Espinosa: Cercanía de JLL. ¿Por qué no se ha escrito aún su biografía? ¿Por qué escritores como Lezama, Carpentier o Piñera, que en cualquier otro país ya llevarían varios biógrafos a cuestas, en Cuba son exclusivo pasto del mito o del chisme? Al responder estas preguntas en un espacio biográfico no pretendo buscar ningún sentido para la cultura cubana, ello sería una tarea tan fatigosa como inútil. Sólo intento hacer algo nuevo.

Después de la relectura que han hecho algunos de los integrantes de la llamada Generación de los Ochenta —Antonio José Ponte, Víctor Fowler, Rafael Rojas, entre otros—, Inventario de saldos parece situarse en un mirador un tanto polémico pero, al menos para mí, legítimo: el que privilegia un canon estético, en parte a la saga de las teorías de Bloom. ¿Cómo valora los aportes que ha hecho su generación, tanto desde sus diversas perspectivas críticas como desde sus disímiles prácticas creadoras, para la creación de una nueva o diferente cosmovisión?

No pretendo ofrecer una mirada "total" de la literatura cubana. Me interesa, eso sí, devolverle a nuestra crítica el criterio jerárquico, aunque sea con mañas de agent provocateur.Como indica su subtítulo, Inventario de saldos no es un libro de análisis exhaustivos sino de apuntes, esbozos, provocaciones; un tirar la piedra y esconder la mano. Un intento por devolverle libertad a nuestras reseñas de los clásicos, tan pacatas a veces.

Bloom, sí; pero también Cyril Connolly. Creo que mi generación, la llamada Generación de los Ochenta, tuvo una ventaja sobre la precedente: sus preocupaciones filosóficas o sociológicas nunca estuvieron enfrentadas con el buen juicio literario. Ahí están los mejores ensayos de Rafael Rojas para demostrarlo. Se trata, también, de la primera generación de críticos, después de Orígenes y Ciclón, que restituye al ensayo la dignidad de la buena escritura. Ahí tenemos la obra crítica de Antonio José Ponte, el mejor ejemplo de una revisión inteligente y provocadora de la tradición cubana.

Por cierto, me gustaría aprovechar esta entrevista para hacer una aclaración. Por un descuido imperdonable, varias citas de Ponte que aparecen en mi libro no fueron confrontadas con el original, sino con una de mis viejas libretas de notas, donde aparecían glosadas o parafraseadas. No hubo mala intención, por supuesto, pero de cualquier modo ofrezco desde aquí disculpas públicas al autor por esas citas infieles y le reitero que serán corregidas en la próxima reedición del libro.

Su generación está marcada por el fenómeno de la diáspora, término amplio que incluye tanto la fatalidad del exilio como una profunda vocación por abrirse a dimensiones nuevas de la cultura y el pensamiento universal. ¿Cree que esa intensa atomización y ese caos lúcido son el inevitable final de un proceso marcado por el empobrecimiento ideológico de la política cultural de la revolución o puede constituir también el comienzo de una auténtica liberación de falsos compromisos, trampas estéticas e ideológicas, es decir, una suerte de resistencia frente a un suicidio casi programado o previsible, o una apertura hacia una Cuba futura?

No creo en el exilio como fatalidad. Es una circunstancia que debe ser pensada, experimentada, asimilada, antes de construir una "metafísica de la diáspora" que nos devuelva al punto de partida. Tal vez sea un poco pronto para hablar de estas cosas, pero quizá con mi generación el exilio haya dejado de ser un dato meramente sociológico para convertirse en una experiencia literaria.

1. Inicio
2. Sin embargo...
3. Experiencia que...
4. ¿Qué ha significado...?
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Donde conviven lo terrible y lo inocente
JUAN ABREU, Barcelona
«Martí no viaja bien en inglés»
JORGE LUIS ARCOS, Madrid
Pasiones de un horizonte existencial
EMILIO ICHIKAWA MORíN, Homestead
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir