¿Qué ha significado para usted la práctica del ensayo? ¿Cómo lo concibe? ¿Qué ensayistas le han estimulado más?
Me interesa el ensayo capaz de expresar una experiencia inequívocamente personal; que sea una física y una metafísica de su autor, como pedía Montaigne, pero que no convierta al "yo" en una coartada para no pensar. He dedicado mucho tiempo a leer y, como en la socorrida frase borgeana, estoy mucho más orgulloso de lo que he leído que de lo que he escrito, así que la lista de estímulos sería, me temo, tan larga como presuntuosa.
Entre los ensayistas, tengo especial devoción por aquellos que asumen la perspectiva del exilio y vuelven una y otra vez sobre el tema de la memoria: Milosz, Canetti, Brodsky, Sebald… Ahora mismo estoy leyendo al exiliado polaco Adam Zagajewski, que en un libro titulado En defensa del fervor reivindica la pasión crítica, la belleza de lo sublime y la seriedad metafísica contra la corrosiva ironía y el escepticismo de nuestra época. |